Dolor en la erupción dental

Dolor en la erupción dental

El desarrollo de los dientes del bebé comienza desde el momento de la concepción. Durante la formación del embrión los tejidos comienzan a delimitarse y la formación de los dientes temporales o también llamados dientes de leche,  tiene lugar a partir del segundo mes de gestación.

Erupción dental

Cuando el bebé nace, ya se han formado dentro de sus maxilares los dientes que poco a poco comenzarán a aparecer. En total, el bebé ya tiene escondido debajo de la encía, 20 dientes de leche que erupcionarán progresivamente. Diez de estos dientes saldrán en el maxilar y 10 dientes lo harán en la mandíbula.

Este grupo de dientes está compuesto por 8 incisivos, 4 caninos y 8 molares, que se distribuirán entre el maxilar y la mandíbula.

Duración de la erupción dental en el bebé

El proceso de erupción dental dura aproximadamente 18 meses y suele comenzar alrededor del sexto mes de vida, para acabar a los 24 meses de edad.

El tiempo de la erupción dental puede variar según el bebé. Algunos bebés se adelantan y otros pueden tener un retraso de algunos meses, inclusive después del primer año de vida, para que el primer diente aparezca en la boca.

A medida que los dientes de leche o dientes temporales van erupcionando, el bebé experimenta diversas sensaciones que van desde picor hasta dolor. Una vez que el diente ya ha atravesado la encía, el dolor cesa y el bebé experimenta una sensación de alivio.

La erupción como tal, es decir el tiempo en que el diente tarda en atravesar la encía, suele durar unos 8 días por cada diente.

Cuando esto ocurre, se puede apreciar una zona grisácea en la encía en donde el diente hará erupción. En esta zona puede aparecer una pequeña burbuja llamada quiste de erupción que desaparecerá por si sola una vez que diente ya ha emergido a la superficie.

Recomendaciones para calmar el dolor en la encía del bebé mientras salen los dientes

Masajear suavemente la zona de la encía en  donde hay signos de erupción dental.

Colocar gasas o compresas frías para aliviar la zona afectada. La presión con cualquier objeto frio reduce la inflamación y por lo tanto disminuye el dolor y alivia la incomodidad que genera este proceso de erupción dental.

Durante la erupción el bebé suele babear constantemente. Se debe mantener seca la zona de labios y mentón del bebé. Limpiar la baba con un pañuelo muy suavemente, evitará que los labios o el mentón se resequen y/o se irriten.

El uso de medicación tipo paracetamol infantil, bajo la supervisión del pediatra también ayudará al control del dolor.

Además existen en el mercado diferentes productos especialmente diseñados para el control de estas molestias. El uso de ellos puede ayudar a que el bebé se encuentre mucho mejor durante este proceso, que muchas veces puede resultar muy incómodo.

Erupción dental de los dientes permanentes

Este proceso comienza  a partir de los 6 años de edad y se prolonga hasta la erupción de los terceros molares permanentes que ocurre alrededor de los 18 años de edad.

Al igual que ocurre con los dientes temporales, los dientes definitivos se forman antes de que salgan a la boca. En este caso, se forman cuando el niño ya ha nacido.

También pueden existir cambios en la cronología y el tiempo de la erupción, lo importante es que si los dientes no erupcionan al momento esperado, los padres acudan a la clínica dental para que su pequeño sea valorado con una radiografía de toda la boca y se pueda estudiar si tan solo hay un retraso o si hay un problema de erupción que deba ser tratado con algún tipo de ortopedia, que guie el proceso para disminuir la necesidad de tratamientos de ortodoncia cuando el niño sea mayor.

Control del dolor en la erupción de los dientes permanentes 

Al igual que con los dientes de leche, se puede masajear la zona y se pueden colocar compresas frías para disminuir las molestias.

El uso de medicación antinflamatoria bajo supervisión del odontólogo o del pediatra, también serán muy útiles para que el dolor sea más leve.

Dolor de los terceros molares

En la mayoría de los casos los terceros molares o las muelas del juicio no cuentan con suficiente espacio para erupcionar correctamente en la boca. Por lo que el dolor no solo está asociado al momento en que estos atraviesan la encía, sino también a la presión que estos molares ejercen a todos los tejidos adyacentes.

Cuando esto ocurre, es importante que el caso sea valorado por un odontólogo en la clínica dental, con una radiografía panorámica que permita apreciar la posición y el espacio disponible, ya que en algunos pacientes, será necesario realizar una extracción de urgencia para evitar que el dolor sea mucho más severo.