La endocarditis infecciosa y su profilaxis

El sistema cardiocirculatorio está constituido por:

  • El corazón
  • Los vasos sanguíneos
  • La sangre

Su función es mantener un flujo sanguíneo adecuado hacia todos los tejidos del cuerpo, proporcionándoles el oxígeno y nutrientes que precisan, retirando los productos de desecho del metabolismo. El corazón está situado en el mediastino: detrás y levemente a la izquierda del esternón, entre los pulmones.

¿Qué es una endocarditis infecciosa?

La endocarditis infecciosa es una infección, habitualmente bacteriana, del endocardio (el tejido interno del corazón), especialmente a nivel de las válvulas cardíacas.

Esta enfermedad ha tenido tres momentos completamente distintos en cuanto a su pronóstico: Hasta la aparición, entre los años 30 y 40 del siglo XX, de los primeros fármacos antimicrobianos la enfermedad era prácticamente mortal en el 100% de casos. A partir de aquel momento se apreció el primer salto hacia un cierto control de esa enfermedad. Hacia los años 70 se produjo un nuevo salto: la cirugía valvular. Desde entonces se ha estabilizado la situación y, aunque el perfil de tipos de endocarditis ha cambiado en los últimos años, se mantiene un nivel de mortalidad intrahospitalaria del 20-25% y de una mortalidad al año del 30-35%.

Puede aparecer en pacientes sanos, aun que es más frecuente en pacientes portadores de válvulas protésicas, con cardiopatías congénitas, valvulopatías y una endocarditis previa.

La endocarditis infecciosa  se produce por la llegada de microorganismos al corazón a través del torrente sanguíneo. Los microorganismos se fijan al endocardio, generalmente de una válvula cardiaca, y forman vegetaciones. El crecimiento de los microorganismos y la respuesta del sistema inmunitario para controlar la infección pueden ocasionar alteraciones en la función de la válvula sobre la que asienta la endocarditis. Además, pueden formarse abscesos y producirse embolias.

¿En qué consiste la profilaxis antibiótica?

Existen pautas sobre : Aquellos con enfermedades del corazón que pueden predisponerles a una endocarditis infecciosa; y con prótesis articulares  completas que pueden estar a riesgo de desarrollar infecciones por vía hematógena en el sitio de la prótesis.

Desde  hace  varios  años  existe  una  controversia  sobre  la  eficacia  y  seguridad  en  la  relación  a  la  profilaxis  antibiótica  y  se  ha  producido  una  reducción  progresiva  de  las poblaciones  de  pacientes  y  procedimientos  sugeridos  para  la  profilaxis  antibiótica desde entonces.

Existen  diferencias  significativas  en  las  recomendaciones  de  los  expertos  en  los Estados  Unidos,  en  el  Reino  Unido  y  otros  países  en  los  últimos  años  debido  a  la ausencia de datos convincentes tanto a favor como en contra de la profilaxis. En el Reino Unido se emitieron nuevas recomendaciones en 2006, en las que eliminan la profilaxis antibiótica en todos los casos.

La  incidencia de bacteriemia tras el cepillado de dientes es de aproximadamente un 32%, y a partir de las  diversas actividades de la vida diaria (usar hilo dental, masticar los alimentos) puede ocurrir cientos de veces más a menudo que las bacteriemias de procedimientos odontológicos. De hecho, se ha sugerido que algunos  individuos pueden generar bacteriemia durante 90 horas cada mes a partir de tales causas fisiológicas. La bacteriemia espontánea es de corta duración, pero alta incidencia, lo cual puede explicar por qué la mayoría de casos de endocarditis no están relacionados con procedimientos odontológicos.

Procedimientos dentales

Se recomienda la profilaxis para todos los procedimientos dentales que implican la manipulación del tejido  gingival o de la región periapical de los dientes o una perforación de la mucosa oral. Aunque en la declaración actual no se identifican los procedimientos dentales específicos que pueden causar una bacteriemia, la declaración de 2003 señaló que los siguientes procedimientos tienen una mayor incidencia de bacteremias.

  • Procedimientos dentales en los que  cabe esperar sangrado gingival o de mucosas: limpieza y detartaje.
  • Procedimientos periodontales: RAR, cirugía perio y mantenimiento.
  • Instrumentación en endodoncia.
  • Extracciones dentales.
  • Colocación de implantes.
  • Reimplantación de dientes avulsionados.
  • Colocación de bandas de ortodoncia.
  • Colocación subgingival de tiras de antibióticos.
  • Inyección intraligamentosa de anestésicos