La profilaxis dental: ¿en qué consiste y cuándo es necesaria?

La palabra profilaxis procede del griego, proviene de la palabra “prophylaxis”, que se traduce con la palabra prevención.

Llevar a cabo una rigurosa rutina de limpieza dental de forma diaria es esencial, pero debemos tener en cuenta que hay placa o biofilm dental que continúa acumulándose en la boca, ya que con el cepillado dental no conseguimos limpiar la cavidad oral al 100%.

Esta placa dental o biofilm dental restante en la cavidad oral, es la causante de múltiples enfermedades y patologías orales muy graves si no es correctamente eliminada. La placa dental si no es extraída, va acumulándose exponencialmente con el paso del tiempo, sufriendo un proceso de mineralización hasta convertirse en sarro, imposible de extraer con el cepillado dental. En ese momento, es cuando se tiene que recurrir al dentista para la realización de una limpieza profesional.

De manera que, es imprescindible acudir al odontólogo para eliminar esta placa dental y sarro de manera rutinaria. En la placa dental hay bacterias que pueden causar enfermedad de las encías como la gingivitis o periodontitis, que afectan significativamente a la salud en general. Es por ello, que es recomendable realizar una limpieza dental con una frecuencia de una vez cada 6 meses.

Las ventajas de realizarse una limpieza dental profesional se resumen en un excelente estado de salud bucal, ya que se elimina cualquier residuo bacteriano dejando el esmalte dental (capa externa del diente) y la encía sanos y limpios. Una limpieza profesional nos libra de la placa bacteriana y de manchas superficiales, a la vez que desinflama las encías y remineraliza y protege el esmalte de los dientes.

Es el dentista quien evalúa la salud bucal para determinar el tipo de limpieza más adecuado para cada uno, puesto que existen dos tipos: la limpieza dental manual, indicada para pacientes que tienen mucha sensibilidad dental, o la limpieza con ultrasonidos, para pacientes que no presentan sensibilidad dental aumentada.

Gracias a esta intervención, que no requiere el uso de anestesia local, se logra destruir el hábitat ideal de las bacterias causantes de las enfermedades orales, así pues, se trata de una técnica de prevención muy eficaz ya que conseguimos acceder a la limpieza de zonas más profundas. 

El primer paso es analizar tanto los dientes como las encías, descartar que haya algún tipo de enfermedad periodontal, o que algún diente pueda tener cierta movilidad y localizar la ubicación de placa bacteriana y sarro. Esto último se realiza mediante el uso de una solución que tiñe la placa llamada eritrosina que tiñe la placa bacteriana de color rosa.

Posteriormente, se retira la placa bacteriana y el sarro valiéndose de una herramienta llamada aparato de ultrasonidos. El ultrasonido logra eliminar el sarro, la placa y algunas manchas en los dientes gracias a las vibraciones de frecuencia que emite este instrumento.

Una vez que se ha procedido a la limpieza es necesario realizar un pulido de dientes con la finalidad de dejar un mejor aspecto a la dentadura y para ello se aplica pasta profiláctica, siendo este un proceso de 30 minutos de duración aproximadamente.

En definitiva, se trata de una de las intervenciones orales más sencillas y más recomendables si tenemos en cuenta que a través de este simple proceso podremos eliminar la totalidad de placa y sarro que se acumula entre los dientes y que a su vez es una de las principales causas de la aparición y desarrollo de diversas patologías orales.

Finalmente, hay que decir que se recomienda realizar una limpieza dental de forma semestral como también acudir al dentista para realizar controles de forma rutinaria.