¿Qué es el periodonto y cuáles son las partes que lo componen?

Etimológicamente, el periodonto en griego significa peri, alrededor y odonto, diente. De manera que el periodonto hace referencia a aquellos tejidos que rodean y soportan los dientes para que puedan llevar a cabo sus funciones.

El periodonto forma parte del sistema masticatorio o estomatognático y los tejidos que lo conforman son: la encía, el ligamento periodontal, el cemento radicular y el hueso alveolar.

El periodonto, en las etapas de infancia y pubertad, está en constante crecimiento y desarrollo ya que comienzan a salir los dientes. Esto quiere decir que no puede haber una descripción estable sobre un periodonto normal ya que va a variar conforme a la edad de cada persona.

Los tejidos que conforman el periodonto se dividen en:

  • Periodonto de protección. Son los tejidos que se encargan de la protección del periodonto de inserción. Está compuesto principalmente por la encía.
  • Periodonto de inserción. Tejidos encargados de sostener y mantener al diente en su posición en el alvéolo. Está formado por cemento, ligamento periodontal y hueso alveolar.

Partes que componen el periodonto

Son varias las partes que componen el periodonto, donde cada una de ellas cumple con una función en particular.

Primeramente, el cemento radicular, conocido por ser la capa más externa del diente a nivel de la raíz. Cuenta con una superficie rugosa que está definida por las fibras del ligamento periodontal, carece de inervación y de vascularidad y presenta un color amarillo oscuro.

El hueso alveolar es otra de las partes importantes del periodonto, se trata del tejido óseo que contiene alvéolos o cavidades donde van alojadas las raíces de los dientes. Al fragmento de hueso que queda entre un alveolo y otro adyacente se denomina cresta o séptum interdental. Es un tejido sensible a los cambios, se remodela constantemente y es altamente vascularizado e inervado. Tiene espacios medulares amplios y está conformado por dos clases de hueso, el hueso compacto y el hueso trabeculado.

Existen dos áreas de hueso alveolar, uno se encuentra en el maxilar superior y otro en la mandíbula o maxilar inferior. Se trata de una estructura ósea muy importante y que cuenta con una serie de particularidades como por ejemplo su propia reabsorción en caso de pérdida dental, una situación que causa todo tipo de desventajas estéticas y que requieren tratamiento.

Dentro de este conjunto de partes que conforman el periodonto se encuentra el ligamento periodontal, que está formado por un conjunto de fibras de tejido conectivo que rodean a la raíz del diente y la une al hueso, por lo tanto, mantiene el diente en su alveolo. Está formado a base de fibras de colágeno que se insertan en el cemento del diente y en el hueso, conocidas como las fibras de Sharpey. Sirve como amortiguador y reparte las fuerzas hacia el hueso alveolar.  Así pues, el ligamento periodontal hace posible que los dientes tengan un cierto grado de movilidad, así como también una mayor capacidad a la hora de absorber las fuerzas que impactan sobre el diente. Una función muy importante durante funciones tan básicas como la de masticar, así como también, en caso de traumatismo dental.

Finalmente, la última parte que forma parte del periodonto es la encía, que recubre la parte exterior del hueso alveolar y está unida directamente con el diente. Podríamos definir a la encía como a una parte de la mucosa bucal que se une a los dientes, como a los procesos alveolares de los maxilares, con el objetivo de facilitar la unión de los dientes. Asimismo, ayuda a resistir el traumatismo de los alimentos durante la masticación. Por otra parte, la encía libera un líquido conocido como fluido crevicular que actúa como factor de defensa ante microorganismos y restos alimentarios.

De manera que, el periodonto cumple con una función muy importante en la salud bucal y es imprescindible acudir a revisiones periódicas al dentista para evitar la aparición de enfermedades periodontales causantes de la posible pérdida de dientes.