Tonsilotitos: ¿qué son y cuál es su tratamiento?

Los tonsilolitos son concreciones calcificadas (cálculos), formaciones similares a “piedras”, que se forman en las amígdalas palatinas, glándulas que se ubican en la zona posterior de la garganta.

Están formados por sales cálcicas o en combinación con otras sales minerales, y suelen medir menos de 1 cm.  Los tonsilolitos pueden llegar a ser visibles y pueden tener un tamaño anormal. Se forman debido a la acumulación de comida en esta zona de la garganta y con el paso del tiempo comienzan a proliferar bacterias, células muertas y a acumularse moco nasal y restos alimentarios. De esta manera, se forman los tonsilolitos.

Si bien los cálculos amigdalinos no tienen malignidad, constituyen la principal causa de mal aliento o halitosis hasta llegar a un punto que el paciente puede verse afectado en su vida social. Si los cálculos son grandes pueden causar odinofagia y disfagia, es decir, dolor y dificultad al tragar respectivamente.

Proceso de formación de los tonsilolitos

Las causas de la formación de los tonsilolitos aún no están del todo determinadas. Existe un proceso de calcificación en el desarrollo de los mismos y las repetitivas inflamaciones de estos cálculos llevan al desarrollo de fibrosis, que es un proceso similar a la cicatrización y luego se depositan sales inorgánicas.

Se cree que es un resultado de una mezcla de: glóbulos blancos muertos, bacterias orales, glándulas salivales hiperactivas, mucosidades, restos de comida retenida.

Ocurren más frecuentemente en niños, y no tienen generalmente síntomas notables. Los tonsilolitos más grandes pueden tener múltiples síntomas, como mal aliento (halitosis) recurrente, que frecuentemente acompaña una infección de las amígdalas, residuos blancos, mal sabor en la boca, dificultad en la deglución (disfagia), dolor en los oídos (otalgia) e inflamación de las amígdalas (amigdalitis).

Algunos tonsilolitos dan la sensación de un objeto extraño en la garganta. Pueden ser molestos, pero generalmente no son peligrosos.

Tratamiento de los tonsilolitos

El tratamiento médico convencional de los tonsilolitos consiste en la remoción de estas piedras a través de un legrado o raspaje. Si son más grandes, los tonsilolitos se extirpan a través de  cirugía. La cirugía de amígdalas (amigdalectomía) puede ser necesaria en caso de inflamaciones crónicas.

Existen también algunos remedios caseros para combatir contra los tonsilolitos como, por ejemplo:

  • Realizar gárgaras con vinagre. Pueden ser beneficiosas y ayudar a la disolución de las sales de calcio. En 1/4 taza de agua tibia se agrega una cucharada de vinagre. Otra opción son las gárgaras con enjuague bucal. Esto ayuda a la higiene bucal y a la prevención en la formación de nuevos cálculos. Adicionalmente, las gárgaras con agua y sal también son efectivas si se realizan todos los días para prevenir y evitar el crecimiento de los tonsilolitos.
  • Mantener los canales nasales limpios. De esta manera, se evita que llegue moco nasal a las amígdalas y se acumule.
  • Consumir probióticos. Los probióticos son bacterias benéficas que ayudan a evitar el crecimiento de aquellas que pueden desencadenar enfermedades y, en el caso de los pacientes con tonsilolitos, la ingesta de probióticos ayuda a combatir el mal aliento.