¿Cómo es el diagnóstico en endodoncia?

La endodoncia es la rama odontológica que estudia la etiología la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las alteraciones patológicas del nervio del diente, como también, las consecuentes afecciones en la región periapical. 

La realización de un buen diagnóstico es vital en muchos aspectos, pues nos permite comprender en cualquier situación dental, la importancia que tiene, su gravedad, cómo debemos actuar y las posibles consecuencias.  

De manera que el proceso para determinar la naturaleza de una enfermedad es muy importante para indicar el tratamiento apropiado. 

Correcto diagnóstico de la endodoncia 

El diagnóstico empieza con una correcta colaboración por parte del paciente. En la mayoría de casos, se requiere correlacionar correctamente unas pruebas clínicas con los síntomas del paciente para llegar al correcto diagnóstico.  

Podemos clasificar los síntomas en objetivos o subjetivos. Los síntomas subjetivos son aquellos experimentados y reportados al odontólogo por parte del paciente. En cambio, los síntomas objetivos son aquellos que hacen referencia a los obtenidos por el odontólogo a través de varias pruebas. De manera que, las bases de un correcto diagnóstico clínico son: una completa historia clínica del caso, un examen y pruebas clínicas minuciosas y la realización de las pruebas diagnósticas que sean necesarias. 

Primeramente, el odontólogo se asegura de que las condiciones sistémicas del paciente no contraindiquen el tratamiento endodóntico como, por ejemplo, un diabético no controlado etc. Como también, es importante tener conocimiento de los antecedentes odontológicos del paciente.  

Uno de los motivos principales de consulta odontológica es la presencia de dolor en alguna zona oral o diente en concreto. Se debe evaluar el tipo de dolor, la localización, los factores desencadenantes y la duración del dolor que presenta el paciente. El dolor puede presentarse de manera aguda, penetrante y reversible, o bien, un dolor persistente e irreversible.  

Cuando el dolor es de corta duración, menor a 1 minuto, es considerada una pulpitis reversible, mientras que, si el dolor se presenta con mayor duración, se considera una pulpitis irreversible.  

Ante la presencia de dolor en un diente, se realiza una exploración extraoral e intraoral del paciente. Y los métodos comúnmente utilizados en el diagnóstico endodóntico son: inspección visual y táctil, la percusión y la palpación del diente, pruebas de movilidad, pruebas térmicas (mediante el calor o el frío), pruebas anestésicas, de mordida, de tinción etc.  

El dolor agudo punzante por lo general puede ser localizado y responde al aplicar frío sobre el diente.  

En la evaluación de la vitalidad pulpar del nervio dental, se mira la respuesta del diente frente a un factor o estímulo desencadenante (como el calor o el frío). Si la respuesta al estímulo es normal, es decir, pasados unos segundos, el paciente no tiene ninguna molestia o sensibilidad extraña en el diente, todo se encuentra en la normalidad. Por lo contrario, si el estímulo provoca un dolor severo, extendido y más perdurable en el tiempo, sugiere la presencia de una pulpitis irreversible, de manera que requiere del tratamiento de conductos, la endodoncia 

Como también, si el diente no presenta ninguna respuesta frente al estímulo, sugiere necrosis dental, es decir, el nervio del diente está completamente infectado y muerto y requiere de la endodoncia. 

El dolor de una pulpitis reversible aguda se caracteriza por ser: de corta duración, localizado, de carácter punzante y responde más al frío que al calor.  

Los especialistas de nuestra clínica dental Estudio Dental Barcelona, dan mucha importancia a realizar siempre un correcto diagnóstico ante cada situación, pues gracias al seguir correctamente cada paso diagnóstico clínico, se puede elaborar el plan de tratamiento más adecuado para cada paciente.  

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