En qué consiste la ferulización dental

La ferulización dental es uno de los procedimientos más antiguos de la odontología. La ferulización más antigua encontrada fue una mandíbula humana de 500 años a.C. cuyos incisivos habían sido amarrados con una ligadura de hilos de oro.  

Este procedimiento consiste en la unión de dos o más dientes con la finalidad de aumentar la estabilidad y evitar la movilidad de estos dientes unidos. 

Existen varios tipos de férula, según su uso: 

  • Ferulización provisional. Se colocan durante un tiempo corto. 
  • Ferulización semipermanente. Su uso es largo, durante un tiempo concreto. 
  • Ferulización permanente. Se utiliza la ferulización para siempre. 

Los diseños y materiales usados para las férulas son muy variados, en general los más usados son: 

  • Ferulización con coronas dentales. Se prefiere en caso de ferulización de una arcada completa, en que las coronas están juntas entre si. 
  • Ferulización tipo Maryland. En qué se une la corona a los dientes de al lado. 
  • Ferulización con composite o con composite y alambre. 

La colocación de la ferulización dental convencional con composite y alambre comprende varios pasos: 

  • Profilaxis dental y eliminación de todos los agentes externos al diente. 
  • Aislamiento del campo que va a ser ferulizado. 
  • Conformación del alambre sobre las superficies dentales donde va a ser colocado. 
  • Condicionamiento de la superficie dental con ácido ortofosfórico al 37% durante 15 segundos. 
  • Aplicación de un adhesivo dentario en estas superficies. 
  • Colocación del alambre mediante resina compuesta (composite). 
  • Pulido final de la contención. 
  • Ajuste oclusal, removiendo cualquier interferencia oclusal. 

¿Cuándo está indicada la ferulización dental?

La ferulización de los dientes está indicada en varios procesos de la odontología. 

La más conocida es la ferulización dental después de un tratamiento ortodóntico. Cuando se recibe un tratamiento ortodóntico los dientes se posicionan a un lugar definitivo y adecuado mediante un seguido de movimientos dentarios. Si estos no se ferulizan adecuadamente, tienden a volver a su estado natural anterior y, por lo tanto, se mueven hacia su origen. La ferulización en ortodoncia consiste en la colocación de un alambre por la parte lingual de los incisivos y caninos tanto superiores como inferiores. De este modo se conserva la posición final conseguida después del tratamiento ortodóntico. 

Otra indicación muy importante es la ferulización dental en periodoncia, para la estabilización de los dientes con periodonto comprometido y la reposición de los dientes. Existen dientes con una pérdida de soporte óseo muy importante. En estos casos, los dientes empiezan a presentar movilidad y, por lo tanto, pueden perderse en un futuro. La ferulización de los dientes con enfermedad periodontal avanzada y con movilidad representa una contribución sencilla pero que es muy valiosa para la conservación de los diente. Gracias a este procedimiento se recupera el confort masticatorio y hasta se mejora el autoestima de muchos pacientes.  

También se realiza la ferulización dental después de un traumatismo cuyo diente o dientes implicados hayan sufrido una luxación. En estos casos la ferulización se de tipo provisional, ya que solo se coloca durante un tiempo concreto hasta que el diente o dientes implicados vuelvan a recuperar su estado habitual.  

Otra indicación de la ferulización dental es la prequirúrgica. Se colocan una tipología de ferulización semipermanente en que todos los dientes se ferulizan para evitar sus movimientos. Esta indicación se opta antes de realizar una cirugía importante, por ejemplo en el caso de una cirugía ortognática (para corregir un problema de los huesos maxilares).