Historia y evolución de las carillas de composite

hitoria de las carillas dentales

Hoy en día, en la sociedad en la que vivimos cada vez hay más obsesión con la apariencia estética. La cara es lo primero en lo que nos fijamos cuando conocemos a alguien, pudiendo provocar un rechazo, inseguridad e incluso complejos. Por este motivo, en Estudi Dental Barcelona ofrecemos una atención especial a los tratamientos estéticos. Además, año tras año todas las técnicas estéticas van evolucionando y modificándose por lo que nosotros nos mantenemos actualizados en las últimas técnicas estéticas, para poder ofrecer los mejores tratamientos a nuestros pacientes.

Desde el principio de la odontología cosmética, hasta nuestros días, las técnicas de restauración estéticas han mejorado mucho, siendo tal, que las técnicas restauradoras con cerámica sin núcleo de metal nos han permitido avanzar en la obtención de resultados altamente estéticos, sobre todo en los dientes anteriores (incisivos y caninos).

La mayoría de personas tienen un pensamiento erróneo al creer que las carillas estéticas son un tratamiento novedoso y actual, pero la estética dental se ha tenido en cuenta desde tiempos atrás. Y es que las carillas empezaron a utilizarse desde que mejoraron las técnicas de proyección en el cine, donde se apreciaban mejor todas las imperfecciones de los artistas, era cuando los productores de Hollywood les exigían a los actores que mejoraran y perfeccionaran toda su estética, especialmente la de sus sonrisas, fue aquí, en 1930 de la mano del doctor Charles Pincus, un dentista de Beverly Hill, el que intentaba mejorar el aspecto de sus pacientes muchos de los cuales eran actores de Hollywood y acudían a él para mejorar la estética de su sonrisa  durante los rodajes para mostrar la típica sonrisa de película. Al principio estas carillas dentales se ponían de manera provisional, durante un tiempo ya que las técnicas adhesivas de las que disponían no eran muy efectivas, utilizaban el mismo adhesivo para las dentaduras postizas que para unir las carillas dentales al diente natural, y estas solo aguantaban temporalmente durante el rodaje de un plano, eran carillas de cine, no podían comer con ellas, pero les duraban el tiempo suficiente para rodar durante el día. Al final del día se las quitaban y las guardaban.

Fue así como empezó a desarrollar las carillas de porcelana, tenía que cumplir los requisitos de mejorar los primeros planos de las sonrisas de los actores con algún material que fuera altamente estético, cómodo, que no interfiriera con la función fonética y que se mantuviera en la boca el tiempo necesario durante el rodaje de las distintas secuencias cinematográficas. La técnica que utilizaba para desarrollar las carillas consistía en cocer una capa muy fina de porcelana sobre papel de aluminio, diseñando de esta forma unas carillas ferulizadas que se pegaban temporalmente sobre los dientes del actor.

No fue hasta 1955, cuando Buoncore desarrolló la técnica de grabado del esmalte, el proceso de unión a los dientes de las carillas fue perfeccionado, permitiendo a las carillas dentales unirse al diente permanente. Este gran paso supuso fue muy importante en la adhesión al tejido dentario, aunque no se conseguía adherir a las cerámicas.

En 1972 el Dr. Alain Rochette publicó un artículo donde describía un nuevo concepto de adhesión entre el esmalte grabado y las restauraciones de porcelana sin grabar, en las cuales se les aplicaba silano, para facilitar la adhesión química de un cemento de resina sin partículas de relleno. Pero no fue hasta la década de los 80, cuando se descubrió el efecto de grabado del ácido fluorhídrico sobre la cerámica. Es a partir de este momento donde empezó el auge y la evolución de las carillas dentales.

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