Las neoplasias o tumores son definidas como una masa anormal de tejido, el crecimiento de las cuales es más rápido que el de los tejido normales.
Estos puede ser clasificados, según su comportamiento, en benignos o malignos. Los tumores benignos presentan un crecimiento lento, poco destructivo y no metastásico. En cambio, los tumores malignos tienen un crecimiento rápido, de tipo destructivo y pueden producir metástasis. Según la neoplasia del sistema esquelético, pueden ser tumores óseos primarios, si son originados en los componentes histológicos del hueso, o secundarios, si son originados en un órgano diferente del hueso.
Dentro de los tumores óseos primarios benignos, los más frecuentes son, dentro del tejido óseo, los osteomas.
Un osteoma dental es definido como una neoplasia o tumor de tipo benigno del hueso, poco frecuente y que se localiza en algunos huesos de la cara.
Tipos de osteoma dental
Se trata de una lesión con tejido óseo maduro, bien diferenciado y con un crecimiento de tipo lento. En donde hay una predominancia de hueso laminar. Puede ser clasificado en osteoma clásico, si se trata de una exóstosis, en osteoma yuxtacortical u osteoma medular, si es una enóstosis.
Las exóstosis son una variantes de los osteomas. Están caracterizadas por una formaciones óseas de tipo exofítico, de tipo no neoplásico. Estas alteraciones no tienen una localización específica, aunque tienen como mayor lugar de aparición en la lámina bucal de los premolares, en forma de nódulos simples, múltiples y de forma oval o redondeada de hueso denso.
Tiene como mayor frecuencia de aparición en la mandíbula y en cualquier edad y sexo, aunque se diagnostica habitualmente en la edad adulta.
Los osteomas pueden ser solitarios o múltiples, en caso de presentarse múltiples forman parte del síndrome de Gardner. Estos suelen presentarse de forma asintomática, es decir sin presentar sintomatología.
El síndrome de Gardner es una enfermedad hereditaria, de tipo autosómico dominante. Tiene como característica la presencia de osteomas múltiples (principalmente aparecen en la zona de la mandíbula), quistes sebáceos cutáneos, fibromas subcutáneos, dientes permanentes retenidos y supernumerarios, y pólipos múltiples en los intestinos.
Tratamiento para los osteomas
Habitualmente el diagnóstico de los osteomas se realiza mediante una historia clínica completa, una exploración clínica y radiología y un análisis histopatológico.
El tratamiento de los osteomas es la escisión quirúrgica, si se precisa por la provocación de clínica. En los casos que no exista clínica, en la mayoría de ellos, el tratamiento es el simple seguimiento de la lesión y un control adecuado.