Relación del tabaco y los implantes dentales

Debido a todos los efectos adversos que produce el tabaco sobre la cavidad oral, este se convierte en un factor de riesgo, no solo para el desarrollo de enfermedad periodontal periimplantar, sino también para el desarrollo de lesiones carcinógenas y alteraciones de la respuesta inmune, entre muchas otras.

Se han realizado muchos estudios en los que se ha visto que el tabaco afecta en el proceso de osteointegración de los implantes dentales y que el hábito del tabaco está directamente relacionado con el fracaso de los implantes dentales. Muchas de estas consecuencias pueden ser reversibles siempre y cuando se cese el hábito.

El tabaco aumenta la severidad de la enfermedad periodontal y se hace más evidente a partir de los 10 cigarros al día, aumentando por cada cigarro la recesión gingival, la profundidad de las bolsas, los niveles de inserción y la movilidad dentaria.

 

A la hora de colocar implantes dentales, el tabaco puede influir en la cicatrización; donde el tabaco perjudica gravemente este proceso, reduce la capacidad de defensa del organismo a infecciones ya que reduce la cantidad de riego sanguíneo. El tabaco provoca un desgaste en la salud general de las personas, por lo que influirá de manera negativa en la salud dental, pudiendo afectar de manera negativa en la colocación de los implantes dentales e incluso una vez colocados afectando a la osteointegración pudiendo ser una de las posibles causas de la pérdida del implante dental.

Con esto, el tabaco no supone una contraindicación a la hora de colocar los implantes, pero sí que supone un riesgo para la osteointegración y el tiempo de duración en boca de los implantes dentales.

Ante un paciente fumador siempre le daremos las mismas recomendaciones por parte de nuestros odontólogos que consistirían en: o dejar completamente el hábito tabáquico o, por lo menos, reducir la cantidad de cigarros que fuma el paciente al día. De todas formas, si un paciente fumador se somete a la intervención de colocarse implantes dentales y decide seguir fumando a pesar de nuestras recomendaciones, debe de tener en cuenta los riesgos que este hábito puede provocar y que puede encontrarse con un rechazo de los implantes por parte de su cuerpo.

Al realizar un tratamiento de estas características, lo ideal sería dejar el tabaco de manera definitiva, pero para aquellas personas que no pueden o no quieren dejarlo, les recomendamos que dejen de fumar al menos dos semanas antes de la intervención, así como 8 semanas después, para favorecer la mejor integración del implante.

Además de los efectos negativos que hemos mencionado anteriormente, el tabaco influye en las células encargadas de reparar los tejidos entorpeciendo su funcionamiento, lo que disminuye la capacidad de reparar las lesiones o heridas en nuestro cuerpo. Otra de las consecuencias del tabaco es que altera la coloración de nuestros dientes, el tabaco consta de unas partículas que manchan de un color amarillento el esmalte de nuestros dientes y también afectan a la coloración de nuestras encías, aportando un tono más marrón parduzco. De la misma manera que afecta a nuestros dientes naturales, fumar de manera continua afectara a los implantes dentales, haciendo que una vez colocadas las corona vayan adquiriendo manchas y una tonalidad amarillenta o marrón.

Con cada cigarro se introduce en nuestro cuerpo más de 2.000 sustancias toxicas, que no solo afecta a nuestra salud bucodental tiñendo nuestros dientes o causando halitosis (mal aliento), sino que además causa problemas de mayor gravedad como aumentando el riesgo a padecer cáncer oral.

Si eres un paciente fumador y quieres ponerte un implante dental, no dudes en pedir una cita en nuestra consulta, siguiendo nuestras recomendaciones el tratamiento será todo un éxito.

2 Comentarios
  • mario
    27 noviembre, 2017 at 6:58 pm

    muy buenos,llame que tube una duda .,si se podia fumar despues de un implante me dijieron 72horas. muchas gracias muy amables