¿Cómo se colocan las carillas de porcelana?

Las carillas dentales, también llamadas facetas dentales o carillas estéticas son unas pequeñas láminas que se pegan en la parte más externa de los dientes mediante un cemento o resina especial que las fija firmemente.

Las carillas dentales revisten los dientes originales y dejan a la vista una sonrisa mucho más atractiva. Por lo tanto, las carillas son un tratamiento principalmente estético que consigue que las personas puedan adoptar la sonrisa que deseen por motivos de necesidad (dientes amarillos, roturas por golpes, dientes desviados etc.) o por pura estética al querer lucir una sonrisa más bonita.

Carillas de porcelana

Se realizan mediante porcelana que es un material muy duro y que resiste muy bien las abrasiones y los posibles cambios de color a los que están expuesto nuestros dientes constantemente debido a la alimentación y hábitos de consumo (tabaco, vino etc.).

Al ser algo más gruesas que las carillas de composite (material de resina), requieren tallar un poco el esmalte (capa más superficial del diente) para reducir su superficie y así compensar el grosor de la carilla.

Aunque las carillas de porcelana tradicionales sí necesitan este tallado del diente para colocarlas, con el avance de la tecnología están surgiendo diversas modalidades de carillas de porcelana, como pueden ser las Carillas Lumineers, que no necesitan realizar tallado dental.

Indicaciones de carillas de porcelana

La valoración de cada caso concreto dependerá del dentista, aun así, las carillas de porcelana pueden utilizarse para corregir los mismos problemas que cualquier carilla dental:

  • Cubrir espacios interdentales.
  • Corregir formas, fracturas y tamaño de los dientes.
  • Corregir alteraciones de color en los dientes.
  • Realizar mejoras para pacientes exigentes que buscan tener la mejor sonrisa posible.

¿Cómo se colocan las carillas de porcelana?

El procedimiento de colocación de las carillas tradicionales se lleva a cabo en tres visitas:

1ª visita En la primera visita el paciente explica al dentista lo que quiere conseguir. El dentista examinará los dientes y decidirá el mejor tratamiento. El paciente indicará el color y la forma que le gustaría obtener con su nueva dentadura.

2ª visita En la segunda visita, el dentista lleva a cabo el tallado de cada uno de los dientes en los que se coloca cada carilla de porcelana. El dentista reduce el esmalte del diente entre 0,5 y 0,7 mm mediante herramientas específicas para el limado para compensar el grosor de las carillas y permitir que los dientes queden con un tamaño idóneo y no demasiado grandes.

Después del tallado, se toman medidas de la dentadura mediante diversas fotos y moldes. Estos datos se envían al laboratorio y de esta manera se construye cada carilla de forma exacta y totalmente personalizada.

Generalmente después del tallado de los dientes, se colocan carillas provisionales de composite (material de resina) para lucir mejor los dientes mientras se construyen las de porcelana.

3ª visita El dentista prepara cada carilla de porcelana limpiándola con antisépticos, la prueba sobre los dientes y posteriormente, procede a la colocación definitiva de las mismas.