Tipos de mordida abierta

La boca se puede definir como una “caja” donde la esta debe encajar con su tapa en los tres sentidos del espacio (sagital, vertical y transversal).
Se debe tener en cuenta que hay múltiples posibilidades por las cuales se crean maloclusiones 

Qué es la mordida abierta y tipología

La mordida abierta es un tipo de maloclusión vertical en la cual hay una falta de contacto entre los dientes antagonistas y, que según su localización, puede ser anterior (por mesial de los caninos), lateral o completa (por mesial de los molares).  

Según su causa, la mordida abierta puede ser dental (frecuente en el sector anterior y remite en el 75% o el 80% de los casos) o esquelética, definida por un tercio inferior aumentado y donde observamos a menudo sonrisa gingival por un aumento del desarrollo del hueso alveolar superior que da lugar a un labio funcionalmente corto.  

También esta puede ser clasificada en mordida abierta anterior o posterior. La mordida abierta anterior está producida por una inhibición del crecimiento vertical de la porción anterior de las apófisis alveolares o por un bloqueo del desarrollo de la cara en sentido vertical. Y la mordida cruzada posterior, puede ser debida a un incremento de la actividad muscular de las mejilla o por una falta de la presión lingual ante la presencia del chupete (lengua en posición hacia abajo y atrás), 

¿Cuáles son las causas de la mordida abierta?

Existen varios factores locales que afectaran en el desarrollo de las estructuras orofaciales, sobre todo cuando actúan en un paciente en crecimiento.  

La etiología de la mordida abierta puede ser clasificada en esquelética, debida a factores generales (por una herencia de un patrón muscular dolicofacial) añadidos al desarrollo provocada por los hábitos, o dental si es debida a factores locales (como un frenillo lingual corto) o a hábitos.  

Los principales hábitos que causan directa o indirectamente la mordida abierta son los siguientes: 

  • La succión digital o del pulgar, puede favorecer a la aparición de esta maloclusión de tipo vertical. 
  • La respiración oral. Ayuda a favorecer un desequilibrio de tipo muscular entre los maxilares y la lengua, de forma que la boca persiste entre abierta y los maxilares no se desarrollan la ausencia de contacto de la lengua con el paladar, potenciando un desarrollo de la mordida abierta. 
  • La protracción lingual es un factor que influye principalmente en la vestibularización de los incisivos superiores y ayudando también en la formación de una mordida abierta anterior. 
  • La deglución atípica. Se trata de una alteración en la deglución, en la que el paciente posiciona la lengua entre los dientes anteriores al momento de realizar la acción de deglutir.   

¿Qué tratamientos pueden efectuarse ante una mordida abierta?

La clave del tratamiento en realizar un correcto diagnostico y en el control de los hábitos. 

Para el tratamiento de la mordida abierta pueden actuarse a dos niveles: 

  • La dimensión vertical posterior. Mediante la extracción de los segundos premolares, provocando una mesialización de los molares, los cual conlleva a una anterorrotación mandibular y como consecuenca una disminución de la mordida abierta. Puede actuarse también mediante una intrusión de los molares para que haya un espacio libre en los sectores posteriores y provoque la anterrrotación mandibular. 
  • Extrusión de los incisivos. Con ellos se pretende corregir la mordida abierta anteriores, con aparatología fija mediante el uso de elásticos entre arcadas y/o mecanismos intrínsecos de los arcos.  

Dependiendo del patrón muscular el pronóstico de la mordida abierta es mejor o no. En patrones de tipo braquifacial o mesofacial, los problemas de mordida abierta dental no evolucionan hacia un problema esquelético. Pero en individuos que tienen un patrón dolicofacial la evolución del problema dental es desfavorable y frecuentemente acaba provocando un problema óseo de difícil tratamiento.  

Por este motivo es de importancia realizar un diagnóstico adecuado y un tratamiento de la alteración cuanto antes, para que el problema dental (en la mayoría de veces) no evolucione a esquelético.