Influencia de la dieta en la salud bucal del anciano

Hay que considerar que la nutrición interactúa con el proceso de envejecimiento de varias formas:

  • Con el paso del tiempo, las funciones corporales declinan progresivamente.
  • Aumenta la frecuencia de enfermedades crónicas degenerativas.
  • Al envejecer, la mayoría de las personas comen menos y como consecuencia, las ingestas de nutrientes recomendadas disminuyen.

Se entiende como malnutrición tanto la carencia como el exceso, y se observa a menudo en esta etapa de la vida, por ello es importante los hábitos alimentarios.

Los principales indicadores de un mal estado de nutrición en personas de edad avanzada son:

  • Pérdida de peso.
  • Bajo o alto peso en relación con la talla.
  • Reducción de la circunferencia del brazo.
  • Aumento o disminución de los pliegues cutáneos.
  • Obesidad.
  • Reducción de los niveles de albúmina sérica.
  • Cambio en el estado funcional.
  • Inapropiada ingestión de alimentos.
  • Niveles inadecuados de vitaminas, minerales o lípidos en sangre y otras alteraciones.

El equilibrio nutricional en la dieta de las personas de avanzada edad, es el resultado de la acción de una serie de factores muy diversos que determina:

1.      La ingesta.
2.      La utilización de energía y nutrientes.
3.      Las necesidades de energía y nutrientes.

Hay factores que afectan de manera especial en el anciano:

Enfermedades de la mucosa oral:

Las primeras señales de deficiencia de algunos micronutrientes manifestados en la mucosa oral pueden ser glositis, queilitis y estomatitis angular. La desnutrición aumenta la severidad de infecciones orales y es un factor beneficioso en el curso de las enfermedades.

Cáncer oral:

En los países desarrollados se estima que las causas del cáncer son: 6 % herencia genética, 30% tabaco, 35 % alimentación, y el resto: alcohol, contaminación, radiaciones, virus, etc.

Algunas recomendaciones para la prevención del cáncer:

– Mantener un peso razonable (control calórico y ejercicio físico).
Dieta variada.
– Consumir diariamente frutas y verduras y más legumbres, cereales, pescado y leche.
– Reducir el consumo de lípidos a menos del 30% del total de calorías ingeridas.
Limitar el consumo de alcohol.
– Limitar el consumo de carnes asadas, alimentos de conservas o muy salados.
– Evitar los azúcares refinados.
– Evitar el consumo de alimentos a temperaturas extremas.
– Beber mucha agua.

Caries:

Algunos científicos consideran que la caries no depende tanto de la dieta como de los hábitos de higiene y medidas preventivas. El flúor ha reducido las consecuencias de caries. Aunque en países que no está tan extendido el uso de flúor, la ingestión frecuente de alimentos ricos de hidratos de carbono sigue siendo una de las principales causas de caries.

Los cambios morfológicos y funcionales que tienen lugar en la cavidad bucal con la edad, forman parte del envejecimiento general del organismo. Algunos cambios bucales se consideran normales al envejecer, como, por ejemplo:

  • Ligero amarillento de los dientes ya que, los túbulos dentinarios se mineralizan.
  • Desgaste de los dientes.
  • Ligera protrusión mandibular.

Otros cambios son consecuencia de otros factores que inducen a cambios como: las enfermedades (periodontitis);  de medicamentos como la xerostomía;  o bien de factores socioculturales y económicos, como la malnutrición, la soledad, o la dejadez.