Las obturaciones dentales son utilizadas para reemplazar el tejido dentario de un diente perdido o cariado. De esta forma, restituye la función masticatoria del diente, dándole la anatomía y mejorando la estética.
Existen dos tipos distintos de materiales con los que se pueden realizar las obturaciones dentales: la amalgama y las resinas compuestas o composites.
Las amalgamas son aleaciones que existen entre metales (plata, estaño, cobre, entre otros) combinados con mercurio. Estos metales, entran de forma plástica en la cavidad y se transforman posteriormente en una consistencia dura. La característica fundamental de las amalgamas dentales reside en el hecho de que el mercurio es un líquido a temperatura ambiente, de manera que, al mezclarse con una aleación de otros metales en estado sólido, da lugar a una masa plástica que endurece lentamente, permitiendo realizar fácilmente su inserción y adaptación a la cavidad.
Este tipo de material de obturación necesita una serie de pasos realizados perfectamente ya que se adhiere gracias a sus propiedades mecánicas. Se empieza con la obturación de amalgama con la trituración de estas, mediante unas capsulas ya preformadas. A continuación, se coloca la amalgama en el portaamalgamas y de aquí a la cavidad dental. Se condensa y se compacta la amalgama gracias a un atacador, de modo que se elimine el mercurio residual
Al compactar las partículas de amalgama entre si y contra las paredes de la cavidad, provocando una masa homogénea y evitando la porosidad de la amalgama. Una vez la obturación está condensada y sobreobturada (obturación sobrepasada, se continúa con el tallado, modelado y bruñido.
Los principales objetivos del tallado son ajustar la condensación de amalgama sobre el diente, eliminar los restos de mercurio residual y eliminar el exceso de material que habíamos dejado al sobresaturar la cavidad. La función del moldeado es recuperar la anatomía dentaria para restablecer sus funciones. Finalmente se realiza el bruñido que sirve para que la superficie de la amalgama se vuelva lisa. Después de un mínimo de 24 horas, se realiza el pulido. Su objetivo es dar brillo a la amalgama. Si no se realiza un buen pulido son muchas las posibilidades de que aparezca caries. Es importante realizar un buen control de la oclusión.
Los composites son un material de restauración formados por resinas compuestas. Estos son de inserción plástica y se introducen en la cavidad oral de forma maleable. Tienen un color muy similar a la del diente y existen muchas gamas de colores para escoger el más parecido al diente a restaurar, por lo que son considerados el material de restauración más estético.
La obturación con resinas compuestas se realizan mediante una técnica adhesiva gracias a la cual el composite se adhiere la superficie del diente. La restauración dental con composite mediante dos técnicas: la técnica directa e la indirecta. La técnica directa se realiza en boca y en una sola sesión y, en cambio, la técnica indirecta se efectúa en dos sesiones, se toma una impresión y el protésico confecciona la restauración, después el odontólogo la adhiere al diente con adhesivo y la pule.
La amalgama poseen unas grandes ventajas debido a sus muy buenas propiedades mecánicas y físicas. Además, su estabilidad al largo de los años es realmente buena, ya que las obturaciones con este material se mantienen intactos y con pocas infiltraciones durante largos periodos de tiempo. Por lo contrario, se tratan de materiales de un color plateado siendo su principal inconveniente ya que no cumple con los criterios estéticos, por lo que este material está casi en desuso en la actualidad.
Por otro lado, las resinas compuestas tienen un color similar a la del diente, siendo el principal material para las obturaciones de tipo estético. Gracias a la adherencia de forma micromecánica de los composites, garantizan una estabilidad a largo plazo. En la actualidad existen composites que resisten las elevadas fuerzas de masticación, de modo que se utilizan para las restauraciones del sector posterior de la cavidad oral. A modo de inconvenientes, los composites tienen un alto grado de contracción, siendo materiales que se tiñen y pierden el brillo con el paso del tiempo.