Apicoformación y apicogénesis, ¿qué son y cuándo son necesarias?

La pulpa de un diente inmaduro puede ser afectado fácilmente por un traumatismo o por caries y precisar de un tratamiento de endodoncia. En estos casos, el principal objetivo es permitir el desarrollo de la raíz manteniendo, si es posible, la vitalidad de la pulpa, de forma permanente o temporal, para que la raíz pueda completar su formación, formándose la constricción apical y aumentando de grosor sus paredes.  

En función del grado de afectación pulpar y del estadio de desarrollo radicular, se pueden establecer dos tipos de tratamiento: la apicoformación y la apicogénesis  

La apicoformación es el tratamiento que se realiza en un diente con rizogénesis (que esta en formación radicular) incompleta y necrosis pulpar. Tiene como finalidad inducir o permitir la formación de una barrera calcificada que oblitere el orificio apical o que permita el desarrollo radicular completo. Otro procedimiento clínico consiste en la colocación de una barrera apical artificial antes de la obturación del conducto. 

En ocasiones se puede producir un cierre apical, con aumento de la longitud de la raíz y un estrechamiento de la luz del conducto. Sin embargo, lo más frecuente es que se produzca la formación de una barrera calcificada en el orificio apical, de modo que la longitud radicular queda similar a la que había en el momento de iniciar el tratamiento y sin ningún tipo de modificación respeto las dimensiones de la luz del conducto ni del grosor de las paredes de la raíz.  

Existen dos situaciones clínicas en las que se puede aplicar un tratamiento de apicoformación: 

  • La primera es en dientes en los que el estadio de evolución está en concordancia con la edad del paciente y es posible obtener un desarrollo radicular, de modo que se forma un ápice anatómico semejante al normal.  
  • La segunda situación clínica es en los dientes en los que el estadio de su evolución es anterior al de la edad del paciente. En esta última, se forma una barrera calcificada en el ápice del diente y la longitud de la raíz queda en el mismo nivel en que se encontraba antes de iniciar el tratamiento y sin disminuir la luz del conducto. 
 

La apicogénesis es un conjunto de terapéuticas de endodoncia que tienen como objetivo mantener la vitalidad de la pulpa dental, de modo permanente o temporal, para que la raíz pueda completar su formación completa y desarrollar un ápice con una constricción en el conducto, en a zona próxima de la unión de la dentina con el cemento. 

Existen tres clases de tratamientos que pueden ser englobados en el término de apicogénesis. Estas son:  

  • La protección pulpar directa. Consiste en recubrir una exposición de la superficie de la pulpa dental con un material que favorezca un tejido calcificado, esto es llamado puente dentinario, aislándolo del exterior. Esta clase está indicada en los dientes con un ápice inmaduro y cuando los pacientes acuden en la clínica en un período de tiempo de pocas horas, o en exposiciones mínimas de la pulpa dental producidas al eliminar el tejido afectado por una caries, siempre que la pulpitis sea de tipo reversible.  
  • La biopulpectomía parcial superficial. Se trata de la extirpación de una capa superficial mínima en una pulpa que esté expuesta como consecuencia de un traumatismo en un diente que tenga el ápice abierto. Su principal objetivo es producir un puente dentinario y un continuo desarrollo radicular, manteniendo de esta forma la vitalidad de la pulpa de forma permanente. Está indicada en dientes con el ápice inmaduro, en los que haya una exposición pulpar de tamaño mediano o cuando hayan transcurrido bastantes horas desde que el momento del traumatismo.  
  • La biopulpectomía parcial cervical o coronal. Es la extirpación de la pulpa dental únicamente de la cámara pulpar hasta el inicio del conducto radicular. Su objetivo es mantener la vitalidad de pulpa  hasta que finalice el desarrollo de la raíz en un diente con el ápice sin formar. Este tipo de tratamiento está indicado en exposiciones pulpares traumáticas, cuando el tiempo transcurrido es elevado o en exposiciones pulpares producidas al eliminar el tejido afectado en una caries, cuando se sospeche una pulpitis irreversible limitada o cuando el tamaño de la comunicación con la pulpa sea grande.