Asepsia en odontología: principios básicos e importancia

La asepsia es definida como la ausencia total de microorganismos infecciosos o estado libre de infección. 

Es importante diferenciar entre asepsia y antisepsia. La asepsia es la desinfección de los objetos inanimados y, en cambio, la antisepsia se realiza sobre los tejidos vivos, es decir de la piel y las superficies del cuerpo humano. 

Existen varios niveles de asepsia en la odontología: la asepsia del local y de los muebles, la del material, la del paciente y la de los profesionales de la salud.  

Los instrumentos o materiales se clasifican en tres grande grupos según su uso:  

  • Los instrumentos críticos, son aquellos instrumentos y materiales que se utilizan en contacto con los tejidos orgánicos estériles, como la sangre.  
  • Los instrumentos semicríticos, tienen contacto con la piel no intacta o con las mucosas. 
  • Los instrumentos no críticos, los instrumentos que tienen contacto con la piel intacta. 

Dentro de la asepsia se distinguen dos grandes grupos, según la cantidad de microrganismos que se consiguen eliminar: la desinfección y la esterilización. 

La desinfección es el procedimiento a partir del cual se disminuye o reduce una gran cantidad de microrganismos en una área. Se realiza en aquellos instrumentos, materiales o superficies que sean semicríticos o no críticos. 

La esterilización es la completa eliminación de todas las formas de microorganismos o microbianas, incluyendo las formas más resistentes como son las esporas, el tétanos o la cándida. Representa el nivel más avanzado de control de infección y contaminación. Es realizada en todos los instrumentos que sean críticos y en los semicríticos.  

En la clínica dental la esterilización se consigue mediante en embolsado de los instrumentos y la utilización de varios agentes. Estos pueden ser agentes físicos, como el autoclave de calor seco, o agentes químicos, como sumergir los instrumentos en glutaraldehido al 2% (durante 12 horas), el formaldehido al 8% (durante 18 horas) o  gracias al ácido peracético. 

La antisepsia es el procedimiento a partir el cual se obtiene una eliminación o reducción de los microorganismos, es decir una asepsia pero sobre los tejidos vivos, como puede ser la piel. Este tipo de desinfección se realiza en el paciente y los profesionales sanitarios (el odontólogo y el auxiliar dental). 

La antisepsia se consigue mediante agentes químicos que pueden ser empleados sobre la piel y que inhiben el crecimiento y la reproducción e los microorganismos. Estos agentes son los alcoholes (el etanol o el isoprenol), las biguanidas (como la clorhexidina al 2 o al 4%) y los halogenados (el yodo, como la povidona iodada). 

La asepsia en odontología, como se ha comentado, se realiza en: 

  • El mobiliario del gabinete dental se desinfecta con agentes químicos para que esté libre de microorganismos infecciosos y reducir el número de patógenos. 
  • El instrumental o material a utilizar se desinfecta o se esteriliza dependiendo si este es crítico, semicrítico o no crítico. 
  • El odontólogo y el personal auxiliar proceden a la antisepsia mediante el lavado de manos, la colocación de ropa adecuada y unos guantes. El lavado de manos  y los guantes puede ser quirúrgicos o rutinarios, dependiendo si se procede a realizar una cirugía o no. 
  • El paciente debe asistir con ropa limpia y la cavidad bucal lo más higiénica posible. La boca es una cavidad que nunca está completamente estéril, es decir nunca está completamente libre de microorganismos, pero puede efectuarse pasos para evitar la contaminación. Estos pasos son una profilaxis, una buena higiene bucodental con una buena técnica  de cepillado y la aplicación de agentes químicos líquidos (como la clorhexidina) antes del procedimiento odontológico.