Los dientes se dividen en corona y raíz, a su vez se pueden distinguir 4 estructuras principales: el esmalte, la dentina, la pulpa y el cemento radicular.
En el curso del desarrollo de los órganos dentarios humanos aparecen dos clases de dientes que son sucesivos: los dientes primarios (o de leche) y los permanentes (o definitivos). Ambos se originan de la misma manera y presentan estructuras similares.
Los dientes se desarrollan a partir de brotes epiteliales, que empiezan a formarse normalmente de adelante hacia atrás. Cada pieza dental tendrá una forma determinada según el diente que dará. Las dos capas germinativas que participan en la formación de los dientes son: el epitelio ectodermico (que da origen al esmalte) y la ectomesénquima (que da origen al complejo dentinopulpar, cemento, ligamento periodontal y hueso alveolar).
El inicio de la formación de la corona requiere que sucedan una serie de cambios químicos, morfológicos y funcionales que comienzan en la sexta semana de vida intrauterina. La primera manifestación consiste en la diferenciación de la lámina dental a partir del ectodermo que tapiza la cavidad bucal primitiva. El epitelio ectodérmico bucal en este momento está constituido por dos capas. Las células basales de este epitelio basal proliferan dando lugar a dos nuevas estructuras: la lámina vestibular y la dentaria (que dará los crecimientos epiteliales dentro del ectomesénquima en cada maxilar que serán los gérmenes de la dentición).
Los gérmenes dentarios siguen una evolución que se dividen en etapas según su morfología:
- Estadio brote o yema dentaria. El período de iniciación y proliferación es breve y casi a la vez aparecen 10 yemas en cada maxilar (de los 20 dientes temporales). Son engrosamientos de aspecto redondeado, donde asienta el crecimiento potencial del diente. La estructura de los brotes es simple, en la periferia se identifican células cilíndricas y en el interior son de aspecto poligonal. Las células del ectomesénquima se encuentran condensadas por debajo (futura papila dentaria). No está inervado.
- Estadio de casquete. La proliferación desigual del brote, determina una concavidad en su cara profunda por lo que adquiere el aspecto de casquete. La concavidad central encierra una pequeña porcion del ectomesénquima que lo rodea y es la futura papila dentaria que da origen al complejo dentinapulpa. Al finalizar esta etapa empieza a insinuarse en el epitelio interno un acumulo de células (nudo) de donde parte una prolongación de celular llamada cuerda del esmalte que coincide con la cúspide (o cúspides) de los dientes. Se acentúa la invaginación del epitelio interno y adquiere un aspecto de campana. Para distinguir entre un estadio de casquete y un estadio
- Estadio de campana. Se acentúa la invaginación del epitelio interno y adquiere un aspecto de campana es el epitelio intermedio. Se puede distinguir la papila dental (es una diferenciación de los ondontoblastos) ya formada, está irrigada y inervada. Las células de la papila dental son cilíndricas, están polarizadas hacia basal y en su extremo apical presentan una prolongación única.
- Estadio terminal o maduro. Comienza cuando se identifica, en la zona de las futuras cúspides o borde incisal, la presencia de depósitos de la matriz del esmalte sobre la dentina. El mecanismo de formación de la corona se realiza de la siguiente manera: primero se depositan unas laminillas de dentina y luego se forma una de esmalte.
En la formación del diente tienen que haber una serie de cambios por inducción en las células de los epitelios que forman la yema. Cuando terminan los diferentes estadios de formación de los dientes, empiezan a formarse los diferentes tejidos mineralizados que forman los dientes.