La exodoncia dental hace referencia al acto quirúrgico por el que se extrae un diente o una parte remanente del diente que ha quedado en el alveolo, lugar donde se alojaba el diente. La intervención quirúrgica se realiza bajo anestesia local y mediante la técnica más adecuada se realiza dicho acto que no conlleva graves peligros salvo alguna hemorragia o infecciones que ocurren con poca frecuencia.
El 20% de los pacientes sometidos a extracción dental en el ámbito de cualquier clínica dental, presentan o sufren de una complicación o accidente durante o posterior a la realización de la misma.
Una complicación u accidente de extracción dentaria hacen referencia a aquellos sucesos inesperados, de instalación repentina y brusca, que ocurren como consecuencia o durante la extracción dentaria de forma accidental o iatrogénica, y complican el proceso de curación normal postoperatorio de la técnica quirúrgica dental.
Los tipos de complicaciones o accidentes más frecuentes de las extracciones dentales pueden clasificarse en sistémicas o locales. Como también, pueden clasificarse según su causa o tiempo de evolución en: intrínseca cuando ocurren dentro de la intervención quirúrgica, extrínseca cuando la causa depende del operador o del paciente, accidentes inmediatos cuando se dan lugar a las pocas horas de la intervención, o bien, complicaciones más tardías.
Dentro de las complicaciones sistémicas, la lipotimia es la complicación quirúrgica inmediata de la extracción dental más frecuente en Cirugía Bucal, desencadenada por reflejos o causas emocionales como el temor o la aprehensión.
En cuanto a las complicaciones de tipo local podemos encontrar: el enfisema subcutáneo (presencia de aire dentro del seno maxilar u otros tejidos orales), fractura de la aguja al realizar la anestesia, parálisis facial (inyección anestésica más allá de los límites anatómicos ocasionando la lesión de una o varias ramas del nervio facial) etc.
La complicación dentaria local más frecuente durante las extracciones dentales son las fracturas dentarias y radiculares. Las causas pueden ser el uso incorrecto de instrumentos para realizar la extracción dentaria, dientes con raíces muy finas y curvadas o la dureza de las corticales óseas. Es muy común que se fracture el diente durante su misma extracción y quede incluido en el alveolo la parte del diente fracturada. Existen diferentes métodos para poder extraer la parte del diente fracturada: el método cerrado (sin necesidad de abrir la encía), el método abierto (con necesidad de realizar un colgajo en la encía), o bien, la odontosección. La odontosección consiste en la división del diente para facilitar su extracción por partes.
Otra de las complicaciones locales de la extracción dental es la fractura mandibular, causado por fuerzas exageradas o hueso débil en personas de avanzada edad, entre otras. Asimismo, se pueden producir desgarros o desinencias de los tejidos blandos, comunicaciones bucosinusales, es decir, perforación del piso del seno maxilar durante la extracción de los molares superiores. Como también, hemorragias alveolares tras la extracción dental, ésta puede ser inmediata, durante las primeras 24 horas tras la extracción, o bien, hemorragia tardía pasadas las primeras 24 horas.
Otra complicación es la conocida clínicamente como alveolitis seca que hace referencia a la infección del alvéolo donde se alojaba el diente, interfiriendo con su correcta curación. Se presenta con dolor, mal olor del aliento, fiebre, edema gingival, adenitis regional etc.
Finalmente, es muy importante la técnica de extracción dental realizada por el odontólogo especialista, como también, llevar a cabo un buen cuidado y control regular con nuestro dentista de la zona donde se ha realizado la extracción para evaluar que el proceso de curación sea correcto.