El irrigador dental es un dispositivo que ayuda al cuidado dental. El irrigador dental consiste en aplicar un chorro de agua a presión sobre los dientes y las encías con el fin de arrastrar la placa bacteriana, sanear las encías y ayudar a eliminar los restos alimentarios acumulados entre los dientes.
El irrigador bucal esta principalmente indicado a aquellos pacientes que quieren llevar una higiene oral completa. Es muy aconsejable especialmente para personas portadoras de implantes dentales y ortodoncia, pues permite eliminar los restos alimentarios y la placa bacteriana acumulada en espacios pequeños de difícil acceso con el cepillo normal.
Asimismo, se recomienda en pacientes diabéticos, pues esta enfermedad está altamente relacionada con una enfermedad periodontal conocida como periodontitis, con lo cual tienen que ser muy insistentes con su higiene oral.
Instrucciones de uso del irrigador dental Waterpik
Antes de empezar a utilizar el irrigador bucal es recomendable leer la guía de instrucciones que facilita la marca del producto.
Primeramente, se debe seleccionar el jet o punta del irrigador e insertarla en el mango. Existen diferentes puntas para diferentes utilidades, que el paciente escoge según sus necesidades.
Es importante comprobar que haya un buen ajuste entre el mango y la punta seleccionada.
El siguiente paso es llenar el depósito con agua tibia, o bien, fría directamente.
La primera vez que se hace uso de un irrigador bucal, es recomendable empezar por una presión baja, y poco a poco, poder ir aumentándola progresivamente hasta un nivel confortable, que no cause ninguna molestia al usuario.
Una vez insertada la punta en el mango y llenado el deposito, se procede a encender el dispositivo Waterpik. Es recomendable introducir la punta en una inclinación de 90 grados sobre los dientes.
Su uso consiste en ir pasando la punta suavemente y despacio sobre los espacios entre los dientes. Es aconsejable limpiar primero la parte anterior de la boca y progresivamente ir avanzando hacia la parte posterior.
Para terminar de completar la limpieza, es aconsejable insistir en las zonas donde hay más acumulo de suciedad y masajear un poco las encías.
Finalmente, se debe lavar y secar el depósito de agua del irrigador y la punta después de ser utilizados
Todo el proceso debe durar aproximadamente entre 2-3 minutos.
Los especialistas de nuestra clínica dental Estudio Dental Barcelona aconsejan su uso, especialmente en pacientes que por sus características lo requieran, como también, de cara a aquellos que desean obtener una mejor limpieza oral. Hacen hincapié acerca de que esta técnica no sustituye en ningún momento al cepillado normal rutinario.
De manera que, es imprescindible siempre llevara cabo un buen cepillado dental, y hacer uso complementario de otras técnicas como el hilo de seda, el irrigador dental, entre otros.
