El dolor dental tiene muchas posibles causas. Cuando una persona comienza a sentir molestias en un diente, por más leve que le parezca, no debería pasarlo por alto. Por el contrario debería asistir al dentista para que descarte cualquier patología que pueda comenzar a producirse en el diente en que siente esta molestia.
Cuando existe un dolor dental incipiente, lo más seguro es que el proceso que se está dando en el diente afectado sea muy leve, por lo que la visita de valoración temprana al dentista puede evitar que este avance y se convierta en un mal mayor.
Por lo general cuando un diente comienza a doler es porque el problema comienza a acercarse al nervio dental. Por ello ante esta situación es recomendable visitar a un especialista en endodoncia. El dentista especialista en endodoncia empleará todos los recursos disponibles en el campo de la odontología para llevar a cabo un diagnóstico preciso y por ende determinar el tratamiento indicado para el caso.
Existen dolores dentales cuya causa suele ser muy evidente y son muy fáciles de diagnosticar y de tratar. Sin embargo, hay causas más complejas que suelen despistar inclusive a los propios dentistas, por ello es importante visitar a un especialista que disponga de la última tecnología y el entrenamiento necesario para determinar la causa del dolor en estos casos.
Síndrome del diente fisurado
El síndrome del diente fisurado tal como su nombre lo indica, es una condición generada por una pequeña fisura que comunica al nervio dental con el exterior.
Hay que dejar muy claro que no es lo mismo decir que un paciente presenta el síndrome del diente fisurado a decir que el paciente tiene el diente fracturado.
Ante una fractura dental la conducta a seguir suele ser muy diferente, en especial cuando la fractura se extiende más allá del cuello del diente, lo que en muchos casos imposibilita la restauración del mismo o cuando hay una fractura vertical por la que, en todos los casos, el diente debe ser extraído.
Una posible causa de dolor dental es la presencia del llamado síndrome del diente fisurado. Aunque en la mayoría de los casos cuando el problema está derivado por esta patología, el paciente no es capaz de definir una sensación concreta de dolor, cuando un paciente presenta este problema, el dolor generalmente se presenta ante la masticación.
Conducta a seguir ante la presencia del síndrome del diente fisurado
Cuando el caso ha sido valorado por el especialista en endodoncia y se ha diagnosticado correctamente, entonces el diente debe ser tratado con un tratamiento de conductos, es decir, debido a que este es un proceso irreversible el diente debe ser desvitalizado o como se dice coloquialmente, se debe matar el nervio del diente.
Una vez que se extirpa el nervio dental y se lleva a cabo el proceso de conformación de los conductos radiculares, estos son obturados con gutapercha de igual forma que se hace cuando el tratamiento del nervio se lleva a cabo por otras razones como caries o infecciones.
Posteriormente se procede a restaurar el diente. Todo diente que ha sido tratado con endodoncia, ha sufrido una pérdida importante de tejido dental y por tanto debe ser restaurado con una restauración que le proteja de la fractura.
En el caso de un diente cuyo nervio ha sido tratado por el síndrome del diente fisurado, es imprescindible realizar una restauración que proporcione protección cuspidea, es decir que evite una futura fractura del diente. Este objetivo solo se logra con una incrustación tipo overlay o con una corona. La elección del tipo de restauración dependerá del criterio del odontólogo especialista en rehabilitación.
Un molar con el síndrome del diente fisurado que solo sea restaurado con una reconstrucción de composite, corre un altísimo riego de fracturarse y el caso inevitablemente acabará en extracción.
En manos de un especialista el diagnostico prematuro de esta patología puede prevenir que el diente acabe por fracturarse y que sea necesaria una extracción que inevitablemente acabará en un implante dental para reemplazar el diente perdido. Por ello tal como comentamos al inicio, es muy importante acudir al dentista en cuanto se note alguna sensación diferente en algún diente. Pasarlo por alto podría convertir un problema leve que tiene una solución sencilla y un altísimo porcentaje de éxito, en un daño irreversible.
Las visitas anuales al dentista servirán siempre para prevenir problemas que en muchos casos son imperceptibles, pero que pueden tener consecuencias nefastas para la dentadura si no son detenidos a tiempo.
El síndrome del diente fisurado es sin duda uno de este tipo de casos. Si usted siente molestia al masticar en un diente que esta aparentemente sano, es decir completamente íntegro y sin signos de caries dental, hágaselo ver por su dentista para que determine el origen de dicho dolor.