¿A QUÉ EDAD SALEN LAS MUELAS DEL JUICIO?

Las muelas del juicio, cordales o terceros molares crecen detrás de los segundos molares, es decir, son las últimas muelas de la arcada dental. Estos aparecen tanto en el maxilar como en la mandíbula siendo los últimos en erupcionar, pero ¿a qué edad salen las muelas del juicio?

¿A QUÉ EDAD SALEN LAS MUELAS DEL JUICIO?

Las muelas del juicio suelen erupcionar entre los 17 y los 26 años de edad, aunque hay un rango amplio de variaciones, siendo estas las últimas muelas en erupcionar. Este es uno de los motivos principales por los cuales el espacio de erupción puede ser limitado. La existencia o no de las muelas del juicio tiene una gran variación entre personas.

Aunque la gran mayoría de personas tienen muelas del juicio, hay muchas que no les llegan a erupcionar nunca. Pese a lo que se dice habitualmente de que estas piezas causan dolor al emerger, en muchos casos no se presentan síntomas ni complicaciones.

Cuando las muelas del juicio crecen sanas, tienen espacio, y su posición es correcta lo que hace que la persona tenga una higiene correcta, no tienen que haber complicaciones ni molestias.

Pero hay casos en los que al erupcionar, los cordales provocan dolor y complicaciones, produciéndose una inflamación de la encía, además pueden crecer en una posición incorrecta, inclinadas o torcidas, al no tener espacio en la arcada dental, por este motivo puede decidirse extraerlas, con el fin de evitar complicaciones.

Si el paciente presenta falta de espacio la erupción de las muelas del juicio puede comprometer la estructura de la arcada dental, provocando desalineamientos dentales, pueden dañar a los molares contiguos o dificultar la higiene dental, facilitando así que se acumule la placa bacteriana y la formación de caries. Otra de las complicaciones de las muelas del juicio que quedan incluidas en el hueso, es decir que no erupcionan, es que están muy asociadas a las formaciones de quistes.

¿CÓMO SABER SI TENGO LAS MUELAS DEL JUICIO?

Tanto para saber si tengo las muelas del juicio como para realizar una extracción de las muelas del juicio con éxito, es importante hacer un buen diagnóstico con una correcta historia clínica y un examen clínico y radiológico.

La historia clínica comprende una correcta anamnesis, en la cual se anotan todos los antecedentes de interés, los signos y síntomas del proceso y la enfermedad actual, entre otros.

El examen clínico consta de un examen general, donde se buscan signos y síntomas sistémicos. Se continúa con un examen regional en el que se investiga la presencia de tumefacción extrabucal, u otras alteraciones. I finaliza con un examen local, mediante el examen de la región del tercer molar.

En Estudi Dental Barcelona, normalmente pedimos una ortopantomografía, pero hay casos en los que es necesario una radiografía en tres dimensiones, un CBCT (conocido también como TAC dental) para ver correctamente y de manera tridimensional la ubicación exacta de los cordales y su relación con las estructuras cercanas; muelas contiguas, nervio dentario, cantidad de hueso que las cubre, si hay algún quiste o si presentan infección alrededor de las muelas.

¿PUEDEN COMPLICARSE LAS MUELAS DEL JUICIO?

Los terceros molares pueden tener varias complicaciones, algunas de ellas más frecuentes que otras, estas se pueden clasificar en:

  • Complicaciones infecciosas
  • Complicaciones tumorales
  • Complicaciones mecánicas
  • Complicaciones nerviosas
  • Otras complicaciones

Complicaciones infecciosas

La complicación infecciosa más recurrentes es la pericoronaritis. Esta infección afecta los tejidos blandos que rodean la corona de un diente parcialmente erupcionado, es decir, cuando la encía de alrededor del tercer molar o de la zona se infecta.

Complicaciones tumorales

Algunas de las complicaciones tumorales serían los granulomas, algunos tipos de quistes, como los paradentales, radiculares y foliculares, y tumores malignos, como el ameloblastoma.

Complicaciones mecánicas

Las complicaciones mecánicas que suelen aparecer en las muelas del juicio son las ulceración, tanto de la mucosa yugal como de la mucosa lingual por el trauma repetido, lesiones al segundo molar, como reabsorciones radiculares, desplazamientos dentales (rotación de los incisivos o malposición de los dientes anteriores) y alteraciones de la articulación temporomandibular (ATM).

Complicaciones nerviosas

Las complicaciones nerviosas más frecuentes son:

  • Alteraciones de la sensibilidad, como hiperestesia cutánea.
  • Alteraciones motoras, como tics, espasmos labiales o trismus.
  • Trastornos en la secreción de saliva, como hiposialia (disminución de la cantidad de la saliva).
  • Trastornos como eritemas cutáneos.
  • Trastornos sensoriales, relacionados con el oído y la visión.

Otras complicaciones

Otras complicaciones podrían ser: caries, patología periodontal, reabsorción del tercer molar, inclusión del diente o fracturas en la zona mandibular.

¿CUÁNDO EXTRAER LAS MUELAS DEL JUICIO?

Es importante realizar una buena historia clínica, anotando todos los datos de interés sobre el paciente, junto con un examen clínico y pruebas complementarias, como un estudio radiológico.

En el estudio radiológico, la ortopantomografía da una visión general y las radiografías periapicales, detalles locales. Con su correcta interpretación se podrán diagnosticar la mayoría de los factores locales que intervienen en la dificultad de la extracción del cordal.

Existen varias opciones de tratamiento ante la presencia de un tercer molar:

  • Conducta expectante, es decir esperar, controlando y previniendo las posibles complicaciones. Siempre que no haya patología asociada a este tercer molar. Se realiza una valoración clínico-radiológica donde se valoran los problemas locales, como el riesgo de lesión de estructuras vecinas e infecciones agudas, entre otras.
  • Exodoncia quirúrgica, es decir extraer la muela del juicio. Se realiza una valoración riesgo-beneficio., como por ejemplo presencia de infección (pericoronaritis). Suele ser la conducta de elección.
  • Trasplante. En ocasiones el tercer molar puede funcionar como otro molar previamente perdido.
  • Cauterización. Consiste en la colocación de sustancias cáusticas con el fin de aliviar el dolor y curar la infección (pericoronaritis).
  • Exéresis del capuchón mucoso. En infecciones repetidas, como la pericoronaritis, puede ser útil eliminar el capuchón mucoso que se forma por encima del tercer molar que está en erupción.

La exodoncia de los cordales está indicada en los siguientes casos según los criterios de la SIGN (Guías NICE):

  • Infección. Como la pericoronaritis, los flemones u otros cuadros clínicos de infección odontogénica.
  • Patología asociada. Como lesión quística, tumoral y lesiones malignas (ameloblastoma).
  • Lesión periodontal. Si existe patología periodontal en la raíz distal del segundo molar debido a la posición del segundo molar, provoque una reabsorción de esta raíz o haya una profundidad de sondaje patológica asociada.
  • Motivos ortodónticos. Para mejorar la erupción de los segundos molares, en cirugía ortognática, entre otros.
  • Prostodoncia y restauradora. Como caries distales de los segundos molares, dificultad para higienizar la zona o que esté en la región donde el paciente lleve una prótesis dental, dificultando la funcionalidad.

Actualmente la extracción profiláctica de los terceros molares, es decir extraerlos cuando estos sean asintomáticos y sin patología, presenta una controversia de criterios entre los odontólogos. Según las publicaciones actuales, es necesaria más evidencia científica para establecer unos criterios para suportar la extracción profiláctica de los terceros molares.



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