La endodoncia tiene como objetivo el estudio de la estructura, la morfología, la fisiología y la patología de la pulpa dental y de los tejidos perirradiculares. En su ámbito integra las ciencias básicas y clínicas que se ocupan de la biología de la pulpa, así como la etiopatogenia, el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de las enfermedades y lesiones de la misma y de los tejidos perirradiculares asociados.
Antes de realizar cualquier tratamiento, es de gran importancia efectuar una historia completa para alcanzar un diagnóstico de la patología pulpar y periapical, su realización tiene interés desde otros aspectos: epidemiológico, investigador, docente, control de calidad, administrativo y económico. Además de un análisis radiológico ya que las radiografías proporcionan la información necesaria para poder realizar prevención, diagnóstico, pronóstico fundamentado y un plan de tratamiento. En endodoncia, la radiografía es un método difícilmente sustituible en todo el procedimiento.
¿Qué son los dientes multirradiculares?
Los dientes multiradiculares, como su nombre indica, tienen varias raíces. Estas normalmente tienen un canal radicular por raíz aunque frecuentemente pueden tener más de uno, como en la raíz mesial del primer molar definitivo inferior que suele tener dos canales radicales.
La endodoncia del diente multirradicular empieza con la realización de una radiografía preoperatoria. La anestesia es uno de los pasos principales a realizar. Se anestesia el diente a tratar, siendo esta troncular o infiltrativa dependiendo de la zona en la cavidad oral. A continuación, se procede a realizar un aislamiento absoluto, con el dique de goma, el cual nos proporciona una seguridad para el paciente y el odontólogo, y evitamos también que el procedimiento se contamine con fluidos orales.
A continuación, se procede a la apertura cameral y a la localización de los conductos. La apertura cameral se realiza con turbina mediante una fresa diamantada o de carburo de tungsteno de forma redonda o troncocónica invertida. Una vez realizada la apertura cameral, se sigue con la localización de los conductos mediante fresas adecuadas y una sonda endodóntica.
Cuando los conductos están localizados, se realiza la permeabilización de estos mediante unas limas especiales. El remodelamiento de la cavidad se lleva a cabo con una fresa especial que tiene la punta inactiva, y se procede a determinar la longitud de trabajo (distancia desde el ápice hasta el tope coronal) mediante una lima, una regleta endodóntica y un localizador de ápices. En este momento se realiza la radiografía de la longitud de trabajo, la conductometría.
Se sigue con la instrumentación e irrigación de los canales radiculares. La instrumentación puede realizarse con limas manuales o rotatorias. Esta se inicia con una instrumentación de los dos tercios coronarios y finalmente, del tercio apical. Entre lima y lima es muy importante irrigar con una buena aspiración para no colapsar el ápice del diente. La irrigación puede hacerse con hipoclorito de sodio, acido cítrico, EDTA o clorhexidina.
Después de procede a la obturación de los conductos mediante un previo secado con puntas de papel y una obturación con gutapercha. En el momento en que se prueba la punta de gutapercha en los canales radiculares, se realiza una radiografía llamada conometría. Se sigue con la colocación de la punta principal de gutapercha y puntas piratas o accesorias para sellar y obturar bien los canales.
Finalmente, se realiza la obturación, que esta puede ser provisional o definitiva, se retira el aislamiento, de realiza la radiografía definitiva y se dan las recomendaciones necesarias al paciente.