Encías inflamadas. Por qué y cómo solucionarlo

Encías inflamadas. Por qué y cómo solucionarlo

La inflamación de las encías no es más que resultado de la acumulación bacteriana. La presencia de bacterias en nuestra boca es totalmente normal, sin embargo hay personas en las que predomina el tipo de bacterias responsables de la enfermedad periodontal, es decir, de la enfermedad de las encías y los tejidos de soporte de los dientes. Cuando ocurre un aumento de este tipo de bacterias por la falta de higiene dental correcta, entonces comienza a generarse la inflamación gingival.

¿Encías inflamadas?

Causas de la inflamación gingival

Tras cada ingesta de comida, los restos alimenticios depositados sobre los dientes y los tejidos blandos adyacentes, se convierten en el medio de alimento para este tipo de bacterias. De este modo las bacterias comienzan a multiplicarse rápidamente y se forma lo que se conoce como la placa bacteriana.

El primer efecto que produce la acumulación de la placa bacteriana es la inflamación de la encía. Posteriormente también se puede generar sangramiento. Con el paso de las horas si esta placa bacteriana no es retirada de la superficie de los dientes mediante el cepillado dental, se trasforma en una sustancia dura llamada sarro o cálculo dental.

Inicialmente el sarro dental es de color blanquecino, por lo que no suele verse a simple vista. Si la persona habitualmente consume bebidas que tiñen los dientes como vino tinto, café, té o es fumador; el sarro suele teñirse rápidamente, pasando de ser una materia blanca que pasa desapercibida, a una materia negruzca o de tonalidad marrón, que resulta muy desagradable a la vista.

Ante la presencia del sarro dental la inflamación gingival será aún mayor. Si este sarro no es retirado de inmediato, el problema se irá extendiendo al interior de la encía, ya que el sarro dental comenzará a alojarse en la superficie radicular del diente. Si esto ocurre el problema será mayor, ya que de una simple inflamación gingival o gingivitis, la presencia de sarro por debajo de la encía, generará también inflamación en el hueso que soporta los dientes, convirtiéndose en una complicación que puede poner en riesgo la estabilidad de los mismos.

Soluciones para controlar la inflamación gingival

Mientras exista presencia de placa bacteriana o de sarro dental, será imposible controlar la inflamación de la encía. Por el contrario si el paciente cepilla sus dientes diariamente, dedicando el tiempo y los medios necesarios para una limpieza dental completa, podrá controlar la acumulación de placa inicial, que de ser eliminada, entonces nunca se convertiría en sarro dental.

Si por el contrario el paciente no cepilla correctamente sus dientes y permite que la placa bacteriana permanezca en su boca por varios días, entonces esta se convertirá en sarro dental. La única manera de retirar este contenido de consistencia dura de la superficie de los dientes, es asistiendo a la clínica dental, para que el dentista con el uso de instrumento especialmente diseñados para ello, lo elimine.

Recomendaciones para evitar la inflamación de las encías

Definitivamente el control inicial de la acumulación de placa bacteriana y por ende de la inflamación gingival es muy fácil.

El primer paso es concientizar la importancia del cepillado dental. Generalmente recomendamos el cepillado dental después de cada comida, sin embargo entendemos que el ritmo de vida actual, en el que la mayoría de las personas hace al menos una de sus comidas fuera de casa, impide que este objetivo pueda ser llevado a cabo.

Hoy en día se sabe que con 2 cepillados dentales diarios bien realizados, se puede controlar la formación de placa bacteriana y sus consecuentes efectos.

Es indispensable que la persona cepille sus dientes antes de salir de casa por la mañana, ya que si por sus hábitos de vida no puede cepillarse hasta volver por la noche, lo más seguro es que esté unas 12 horas sin cepillar los dientes y esto ya es más que suficiente para que la placa bacteriana comience a ejercer efectos negativos sobre la encía.

Por otra parte, el cepillado antes de dormir es el más importante y nunca debe faltar, ya que durante las horas de sueño, el crecimiento bacteriano será mayor y por ende los efectos que estas bacterias generan en la encía.