¿Cómo evitar una fractura en un diente endodonciado?

La endodoncia de un diente crea en este una desvitalización. Esto hace que dicho diente se vuelva más frágil ya que este se deshidrata por el tratamiento de conductos. Después de un tratamiento de conductos el diente experimenta varios cambios: 

  • Pérdida de la estructura dentaria. Un diente sano con su anatomía correcta permite que las fuerzas masticatorias se distribuyan sin ocasionar daño a las estructuras dentarias. Una vez este es endodonciado, este comportamiento se pierde por lo tanto hace que la incidencia de fracturas aumente. 
  • Pérdida de la elasticidad de la dentina. Las fibras de la dentina se degradan y se vuelven más rígidas y menos flexibles por perder la vitalidad. 
  • Disminución de la sensibilidad a la presión. En un diente vital existe una compenetración entre la pulpa y el ligamento periodontal; cuando el diente es endodonciado, se elimina y disminuye la eficacia frente fuerzas excesivas. Por lo tanto, el riesgo que esto conlleva es la aparición de fracturas. 
  • Alteraciones estéticas. Al realizar un tratamiento de conductos este hace que los dientes vayan experimentado cambios estéticos por los materiales de obturación de los conductos. 

Dado este proceso, el diente tiene tendencia a fracturarse por su estado de fragilidad al realizar fuerzas masticatorias sobre las paredes dentales debilitadas.   

La reconstrucción de un diente endodonciado implica valorar los distintos factores en que dicho diente esta involucrado: grado de destrucción, el estado periodontal, la situación del diente en la arcada dental, entre otros factores. 

La mejor medida para prevenir las fracturas dentales en un diente endodonciado es protegerlo para prevenir las posibles alteraciones futuras. Esta protección se puede realizar mediante una incrustación dental o una corona dental, según los factores del diente afectado. 

 

¿Qué es una incrustación?

Una incrustación dental es una forma de protección del diente poco invasiva y más conservadora realizada después del tratamiento de conductos.  

Se trata de un tipo de restauración que se colocan en el sector posterior de la boca. Estas se cementan al diente devolviéndole a este la estructura dental perdida. Por lo que se recupera la anatomía dental (la estética), el tamaño y por lo tanto la función de diente Estas no cubren por completo al diente, sino que se trata como un “sombrero” dental.

La preparación del diente es más conservadora ya que estas no necesitan el tallado total de la circunferencia del diente, por lo que permite una preservación mayor de la estructura dental remanente sana. 

Las incrustaciones se realizan al laboratorio, con modelos de trabajo de la boca del paciente previamente tomados. Una vez la realización protésica, estas se cementan en la clínica dental. 

 

¿Qué es una corona dental?

Una corona dental o “funda” es un tipo de reconstrucción dental que se coloca sobre el diente tratado endodónticamente para devolverle la forma, el tamaño y la función. 

Las coronas cubren totalmente al diente. Este tipo de restauración están indicados cuando hay una pérdida importante de estructura dental. De este modo se reestablece la funcionalidad del propio diente.  

La preparación del diente para la posterior colocación de una corona implica un tallado en toda la circunferencia del diente para que esta ajuste a la perfección. La corona dental también se realiza al laboratorio y se cementa en la clínica dental. 

 

Es importante realizar una buena restauración dental en un diente en que se le haya hecho un tratamiento de conductos o endodoncia. De esta forma, el diente se protege, se le devuelve una estética, un tamaño y una función adecuadas y se evitan fracturas futuras.