Halitosis es el término médico utilizado para describir el mal aliento. Millones de personas en el mundo sufren esta incomoda condición.
Causas del mal aliento
En la mayoría de los casos, el mal aliento es producido por gases liberados por las bacterias alojadas en la lengua y en el interior de las encías. Sin embargo otras pueden ser las causas que la produzcan y por ello deben ser valoradas, en primer lugar, por el odontólogo en la clínica dental.
En el caso de que exista un aumento del mal aliento en combinación con síntomas de fiebre, malestar general, tos y/o algún otro síntoma sistémico, entonces se debe consultar también con el médico de cabecera.
Una cantidad normal de bacterias en boca no producirá halitosis, pero un exceso de estas bacterias, puede afectar el aliento y producir otros problemas mayores. Si la causa es bacteriana y proviene de la boca, el secreto es reducir este número de bacterias.
Otra causa que contribuye al mal aliento son algunos de los alimentos consumidos, entre ellos destacan el ajo, la cebolla, el alcohol, pimientos picantes y sustancias aromáticas. El efecto generado por la ingesta de estos alimentos puede durar hasta 72 horas y no puede ser eliminado con ningún tratamiento.
Bacterias que producen el mal aliento
Las bacterias responsables del mal aliento se encuentran alojadas en zonas en donde por lo general no llega el cepillo dental, por ello es importante utilizar los medios auxiliares de limpieza, como el enjuague bucal capaz de llegar a zonas más profundas y el hilo dental.
¿Cómo evitar el mal aliento?
Un estado bucal y unas encías con un estado de salud pobre, contribuyen al mal aliento. El cuidado dental correcto y regular contribuye al control de este problema.
Consejos para el control de mal aliento
1. Cepilla los dientes después de cada comida y especialmente antes de ir a dormir
Para eliminar al máximo restos de comida que alimentan a las bacterias, ayudándolas a reproducirse y a liberar los gases responsables del mal aliento, el cepillado debe ser frecuente y debe durar entre 2 y 3 minutos.
2. Uso del hilo dental y enjuagues bucales
El uso de medios auxiliares de limpieza permitirá acceder a zonas que no pueden ser alcanzadas con el cepillo dental, eliminando mayor cantidad de restos alimenticios y controlando aún más el contenido bacteriano.
3. Incluir la lengua en el cepillado dental
Por su difícil acceso, la parte posterior de la lengua suele ser un importante reservorio bacteriano. Además la lengua contiene microvellosidades que facilitan la acumulación de bacterias y restos de alimentos. Cepillando la lengua,también se controlarán los efectos de las bacterias que causan el mal aliento.
4. Visitas periódicas al dentista
La mejor manera de estar seguro que se realiza un correcto mantenimiento de la higiene oral en casa, es visitando al dentista periódicamente. Además cuando existe una halitosis crónica, es el dentista quien podrá descartar cualquier problema de origen dental o periodontal y en caso de sospechar que la causa es un problema sistémico, referirá al paciente al médico de cabecera.
5. Dejar el hábito del tabaco
Fumar contribuye al mal aliento. El tabaco tiende a resecar la boca y puede dejar un olor desagradable que persiste justo después de lavarse los dientes.
6. Beber suficiente agua
Beber agua ayuda al control del mal olor, ya que arrastra los restos de alimentos y bacterias ayudando a eliminarlos.
7. Masticar chicles sin azúcar
Esto estimulará la producción de saliva y ayudará a eliminar cualquier resto de alimentos o contenido bacteriano no deseado.
8. No saltar comidas
Tener el estómago vacío por saltarse las comidas, puede causar mal aliento por la acumulación de los ácidos del estómago.
9. Picar alimentos como zanahorias, manzanas, etc
Picar frutas o verduras crujientes aumenta el flujo salival, ayudando a la eliminación bacteriana. Además picar este tipo alimento, ayudará a controlar el mal aliento cuando se tiene el estómago vacío.
10. Evitar alimentos que produzcan mal aliento
Los quesos muy fuertes, las comidas con muchas especias, la cebolla, el ajo, el café y ciertas bebidas alcohólicas, entre otros; son productos que al ser ingeridos dejan una sensación de mal olor en la boca. Evitarlos cuando no es posible cepillar los dientes tras su ingesta, ayudará también a prevenir la halitosis.