Higiene oral para prevención de enfermedades bucales

Higiene oral para prevención de enfermedades bucales

La base de nuestra salud bucodental y la mejor forma de prevención es la higiene. Es importante mantener un buen cuidado de nuestros dientes ya que, de esta forma, desarrollaremos una óptima prevención de enfermedades que podrían aparecer si lo obviamos.

¿Qué cepillo dental debo utilizar?

En primer lugar, es importante cepillarnos los dientes correctamente. Para ello, debemos utilizar un cepillo de dientes adecuado y cambiarlo cada 3 meses.

¿Cuánta pasta dental debo utilizar?

No se debe abusar de la pasta dental o dentífrico, ya que con una cantidad que se asemeje a la medida de un guisante será suficiente.

Tipos de cepillos y dentífricos recomendados

Es importante preguntar a nuestro dentista qué cepillo y qué dentífrico son los más adecuados para nuestro caso.

Existen diferencias en el tipo de cerda que cada uno debe utilizar. La más recomendada es la cerda tipo media. Sin embargo en algunos casos se indicará una cerda suave.

En cuanto al dentífrico o pasta dental ideal, recomendamos el uso de una pasta dental que contenga flúor. Sin embargo cuando el paciente sufre de sensibilidad dental, de problemas de encías o de disminución del flujo salival, entre otros; existen pastas dentales especializadas que contienen los componentes necesarios para controlar cada problema.

Importancia de la técnica de cepillado dental

En cuanto a la técnica, se aconseja seguir un orden durante el cepillado, para interiorizar el movimiento y no olvidarnos de ninguna parte de nuestra boca. En general, empezaremos por la parte exterior de la arcada superior o inferior. Seguiremos con la parte inferior de la arcada y luego haremos lo mismo con la otra arcada.

A continuación cepillaremos la cara masticatoria de los molares, así como la lengua y la parte interior de las mejillas.

El cepillado deberá realizarse colocando el cepillo en un ángulo de 45º con respecto a la encía y los dientes y realizando un movimiento circular vibratorio a nivel del surco de la encía. Seguidamente, desplazaremos el cepillo hacia el diente. De este modo realizaremos el movimiento circular tanto sobre el surco de la encía, como sobre el propio diente. Cabe mencionar que es importante ir diente por diente.

Frecuencia recomendada para el cepillado dental

El cepillado debe realizarse por la mañana tras el desayuno, después de comer y después de cenar, y debería tener una duración mínima de dos minutos.

Medios auxiliares de limpieza

La higiene bucodental no acaba con el cepillado. El siguiente paso es usar el hilo dental, que se debe pasar por todos los espacios interdentales para reforzar limpieza obtenida con el cepillado y llegar donde el cepillo no ha llegado, de este modo se realizará una mejor eliminación de la placa bacteriana.

Por último, debemos complementar nuestra higiene bucodental con un colutorio. No debemos entenderlo nunca como un sustitutivo sino como un complemento. El enjuague bucal por sí solo, ayudará a mantener una sensación de buen aliento, pero no arrastrará por completo la placa bacteriana contenida sobre los dientes, lo que dará lugar a la formación de caries dentales y de sarro que destruirán tanto a los tejidos dentales, como al hueso y la encía que los soporta.

La aplicación de una correcta técnica de higiene bucodental debe practicarse diariamente, de este modo evitaremos la aparición de enfermedades que pongan en riesgo el estado de salud de nuestros dientes y encías.

Prevención el secreto de la salud oral

Aunque la persona considere que tiene una buena higiene dental diaria es muy importante que pedir hora en la clínica dental para que el dentista pueda realizar una revisión anual y determine si será necesario la realización higiene bucodental anual o si esta debe hacerse más a menudo.

A pesar de aplicar las técnicas de higiene correctas, hay pacientes fumadores y/o bebedores de café con tendencia a la formación de sarro que necesitan ser sometidos a una limpieza bucal semestral. Las visitas periódicas al dentista impedirán que se produzcan daños irreversibles de los tejidos dentales que puedan afectar la estabilidad de los dientes con el paso de los años.

Del mismo modo, las visitas periódicas en pacientes que no tengan tendencia a la formación de sarro dental, permitirán descartar la presencia de caries y de existir estas, que sean tratadas prematuramente evitando daños mayores a los dientes.

 Siguiendo estos consejos conseguiremos una higiene óptima de nuestra boca y nuestros dientes además podremos prevenir problemas de salud innecesarios.



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