La hipersensibilidad dental es llamada hiperestesia dentinaria. Este término se utiliza para referirse a la respuesta normal a un estímulo, pero la dentina está expuesta y hace que se produzca una respuesta dolorosa provocada.
Así pues, la hiperestesia dentinaria es aquella condición que se caracteriza por la presencia de un dolor de tipo agudo, de duración breve y que este está originado en una zona de dentina expuesta en respuesta a unos estímulos provocados, como pueden ser estímulos térmicos, táctiles, osmóticos, químicos y que estos no pueden ser asociados a otra forma de defecto o patología dentales, como la caries dental.
En situaciones de inflamación pulpar (pulpitis) pueden darse unos síntomas, como el dolor, semejantes pero estos permanecerán después del estímulo. Es decir, el dolor al retirar el estímulo continúa.
¿Cuáles son las causas de la hiperestesia dentinaria?
Existen varias etiologías a partir de las cuales la hiperestesia dentinaria se puede dar, pero la etiología principal es la dentina radicular expuesta como consecuencia de la pérdida del esmalte, cemento y encía.
Las causas por pérdida de tejido suelen ser por anomalías anatómicas, abrasión, atricción o efecto debido a algún tratamiento odontológico.
La recesión gingival puede ser debida a malposiciones o movimientos ortodónticos, prótesis parcial removibles que estén mal diseñadas, traumatismos dentales, maloclusiones, restauraciones inadecuadas, cálculo subgingival (por debajo de la encía), entre otras. La recesión provoca la exposición de la raíz del diente. En la raíz la capa de tejido dentario más externa es el cemento, pero este se desprende con facilidad con el cepillado dental. Por lo tanto, hará que haya una exposición de la dentina y como consecuencia una hiperestesia dentinaria.
Una abfracción o también llamada milolisis es una lesión en la zona cervical de los dientes debido a cargas excéntricas (fuerzas masticatorias). La lesión en esta zona hace que el esmalte se desprenda y deje la dentina expuesta.
Las anomalías anatómicas pueden existir en algunos pacientes. Estos tienen un espacio sin cemento o esmalte y por lo tanto, estas anomalías anatómicas dejan parte de la dentina expuesta por una falta de unión entre el esmalte y el cemento.
Una abrasión es una pérdida de los tejidos dentarios debida a la acción de sustancias externas. Estas sustancias pueden ser la pasta de dientes con un cepillado muy enérgico y mal realizado; hábitos nocivos (como sujetar la aguja de coser entre los dientes, en caso de ser modista), o por oclusión de dientes naturales con antagonistas que lleven cerámica en ellos. Estas sustancias hacen que el esmalte o cemento se vayan desgastando y la dentina se exponga.
La erosión es definida como la disolución de tejidos por ácidos externos o internos que no proceden de la placa bacteriana o de la caries. Los ácidos externos pueden proceder de la dieta (la alimentación), del ambiente (beber bebidas carbonatadas, cítricos, el cloro de las piscinas, etcétera), y los ácidos internos, como el reflujo gástrico, regurgitación por embarazo o algunos trastornos alimentarios (como la bulimia).
La atricción es el desgaste por el contacto de diente con diente. Hay un desgaste fisiológico por el hábito masticatorio y un desgaste patológico, como podría ser el bruxismo. Esto hace que los tejidos se vayan desgastando y la dentina se exponga.
Finalmente, algunos tratamientos odontológicos pueden provocar hiperestesia como los raspado radiculares en el tratamiento periodontal.
¿Qué tratamiento existe para la hiperestesia?
El tratamiento por excelencia es tratar la causa. En recesiones gingivales hacer un injerto de tejido conectivo para mejorar la situación y evitar la exposición dentinaria y en una abfracción, erosión, atricción, abrasión o anomalía anatómica, obturar la lesión de la zona cervical.
Aparte del tratamiento de la causa. Si no se requiere tratar la causa, existen sustancias que ayudan a la hiperestesia dentinaria.
En la clínica, se pude aplicar en forma de gel bioadhesivo el fluoruro sódico en las caras de los dientes donde existe sensibilidad. También se puede aplicar adhesivo dentinario para tapar la dentina o utilizar el láser. En casa, se pueden utilizar sustancias que lleven nitrato de potasio o otras sales minerales como el cloruro de estroncio.
El láser Er:YAG disminuye el líquido dentinario, el cual hace que no se estimulen los receptores y por lo tanto no exista dolor. El nitrato potásico penetra dentro de los túbulos y actúa en el sistema nervioso disminuyendo la sensibilidad de las fibras nerviosa (estabilizando los niveles de potasio). El fluoruro sódico y el cloruro de estroncio ocluyen los túbulos de la dentina impidiendo que exista dolor.