Los implantes zigomáticos son un nuevo concepto dentro de la implantología oral que nos ofrece muchísimas ventajas para todos aquellos pacientes que tienen poco hueso. Esta técnica implantológica consiste en colocar los implantes dentales en el hueso zigomático (hueso del pómulo) del paciente y así no hay la necesidad de realizar injertos de hueso y se convierte en un tratamiento más fácil.
Cuando se realiza esta técnica, el mismo día de la intervención se coloca una prótesis fija que ofrece a nuestros pacientes una mejor estética y funcionalidad, así les aporta seguridad y confort, devolviéndoles la calidad de vida que desean.
Los implantes zigomáticos están indicados en casi todos los casos en los que hay una falta de hueso en la zona posterior del maxilar superior, este tratamiento es una alternativa para los siguientes casos:
- Hay poco hueso para poder colocar implantes.
- Pacientes que necesitan una cirugía de injerto óseo, como una elevación de seno maxilar o un injerto óseo en bloque.
- Pacientes que necesitan una intervención de Lefort y múltiples injertos de cresta ilíaca y para pacientes que necesitan los dientes de inmediato y no pueden esperar de 4 a 7 meses sin ellos.
Ventajas que presentan los implantes cigomáticos:
- El proceso es mucho más rápido porque no requiere osteointegración de la zona afectada ni injertos óseos.
- Es un proceso en el que no es necesario solicitar la baja laboral para recuperarse de la intervención, ya que el paciente puede irse a casa el mismo día y volver a la vida normal.
- El paciente no tendrá un post-operatorio complicado, ya que sólo notará una ligera inflamación y leves molestias durante dos o tres días.
- Los implantes cigomáticos tienen una mayor tasa de éxitos, muchos estudios han corroborado que este tipo de implantes obtienen mejores resultados en casos difíciles que los implantes tradicionales.
- En todos los casos se coloca una prótesis fija, funcional y estética, al finalizar la intervención, que supone una reincorporación inmediata a la vida cotidiana.