La alveolitis seca es una complicación de la extracción dental (remoción de un diente) que se produce cuando se ha desprendido el coágulo sanguíneo en el lugar donde se ha realizado la extracción del diente, impidiendo pues, una correcta cicatrización de la herida. El lugar donde se produce la infección, se conoce como alveolo dentario (lugar que ocupaba el diente antes de su extracción).
Esta complicación consiste en el desprendimiento del coágulo sanguíneo en el alveolo dentario, antes de que se haya formado el tejido necesario para la estabilización del coágulo, por lo tanto, se altera el proceso de cicatrización de la herida.
El dolor de una alveolitis seca suele ser muy intenso, se caracteriza por un dolor muy fuerte que se inicia a partir del segundo día de la extracción. El dolor empieza a remitir cuando se limpia adecuadamente la herida por el dentista y se toma un antibiótico adecuado y prescrito por el dentista.
Tratamiento de la alveolitis seca
Cuando se presenta la sintomatología de la alveolitis seca, es imprescindible acudir cuanto antes al dentista para su tratamiento.
La medida más eficaz es el tratamiento local de la zona afectada, es decir, limpiarla muy adecuadamente.
Es imprescindible legrar muy bien el alveolo infectado. El legrado consiste en raspar la zona del alveolo cuidadosamente mediante una cucharita y eliminar la infección, es decir, extraer poco a poco todo el tejido infectado.
Una vez limpio el alveolo, se debe que irrigar con suero salino o clorhexidina al 012% para eliminar los residuos o restos de comida que puedan estar acumulados en el interior del alveolo de la extracción dental. La clorhexidina es una sustancia desinfectante que favorece la eliminación de las bacterias causantes de esta infección.
El alveolo cicatrizara normalmente, pero con mayor lentitud. Durante ese período de cicatrización, para aliviar el dolor de la alveolitis seca, el dentista recomienda una medicación de antibiótico adecuada y combinada con analgésico. La toma de analgésicos es ineficaz si no se aplica un tratamiento local. En la mayoría de los casos, hay que utilizar también un antiinflamatorio.
Un correcto legrado, limpieza eficaz e higiene correcta del alvéolo es lo más importante y eficaz como tratamiento de la alveolitis seca.
Normalmente, los síntomas suelen mejorar en minutos o en menos de 1 hora, o puede que antes si el apósito contiene un anestésico local. Al cabo de varios días disminuye del todo y puede ser necesario colocar un apósito de eugenol (aceite desinfectante, con buenas propiedades farmacológicas). Al cabo de unos 10 días aproximadamente, el alvéolo debe haberse llenado de tejido sano y recuperarse del todo.