El diente está constituido por diferentes tejidos. Desde el exterior hacia el interior, estas capas son el esmalte, la dentina y la pulpa o nervio dental.
Cada una de estas capas tiene una composición diferente y cumple una función específica.
Cuando el diente es colonizado por bacterias y se produce la desmineralización del esmalte por los ácidos generados gracias a los restos de alimentos, comienza el proceso de caries que avanza progresivamente a través de los diferentes tejidos.
Cuando el esmalte y la dentina son infectados por la caries y esta no es eliminada de inmediato, tan solo es cuestión de tiempo para que el nervio también se vea afectado por el mismo proceso.
¿QUÉ ES Y EN QUÉ CONSISTE UNA ENDODONCIA?
Cuando la caries alcanza el nervio dental y este se ve afectado de forma irreversible, comienza un proceso inflamatorio denominado pulpitis, que generalmente se manifiesta con dolor a los cambios térmicos y si aún no se realiza ningún tratamiento, acaba con la necrosis del nervio, perdiendo la vitalidad dental lentamente.
Cuando el nervio se necrosa desencadena a su vez un proceso infeccioso que suele afectar al hueso circundante y produce las lesiones conocidas como abscesos o flemones.
Durante la necrosis pulpar el paciente suele estar asintomático, pero cuando el proceso infeccioso se encuentra muy avanzado, el paciente suele sentir un dolor casi insoportable debido a la presión generada por el proceso infeccioso.
Tanto en la inflamación irreversible o pulpitis del nervio, como en el proceso de necrosis, aunque el paciente se encuentre asintomático, el tratamiento de elección es la endodoncia.
La endodoncia o tratamiento de los conductos radiculares, no es mas que el mecanismo utilizado para retirar el tejido infectado por el contenido bacteriano. A través de la limpieza y conformación del sistema de conductos que originalmente alojaba el tejido nervioso del diente afectado, se busca la desinfección del mismo, con el objetivo de conservar el diente en boca en un estado de salud adecuado.
Una vez desinfectado los conductos radiculares el diente será restaurado para que recupere su función masticatoria.
¿CÓMO SE REALIZA UNA ENDODONCIA?
Para un mejor entendimiento del procedimiento, a continuación lo describiremos paso a paso.
1. Para determinar que un diente debe ser tratado con una endodoncia o también llamado tratamiento de los conductos radiculares, es indispensable hacer un diagnóstico preciso. Para ello, se lleva a cabo una serie de pruebas que ayudarán a establecer cuál es el estado del nervio.
-La primera prueba necesaria es un estudio radiográfico, para ver el estado del diente en toda su extensión. Sin una radiografía, el operador no será capaz de observar el interior del diente y por ende, no podrá saber cuál es la extensión de la caries o de la fractura, si esta toca al nervio y si ha afectado al nervio y/o a la raíz.
-Si la afección del nervio no es del todo clara en la radiografía, entonces se procede a valorar la vitalidad del diente. La reacción anormal a los cambios térmicos, servirá para determinar si la afección del diente requiere ser tratada mediante un tratamiento de conductos o si pueden aplicarse técnicas más conservadoras,que permitan mantener la vitalidad del nervio afectado.
2. Tras determinar la necesidad del tratamiento del nervio dental, se procede a aplicar la anestesia, que se empleará en todos los casos, independientemente de que el nervio esté vital o no.
3. Se procede al aislamiento absoluto del diente a tratar. Este aislamiento se lleva a cabo con un dique de goma de látex, que es sostenido al diente con un clamp (grapa) metálico. Una endodoncia sin aislamiento absoluto, acabará en fracaso y pérdida del diente, ya que el contacto con la cavidad oral durante el tratamiento, impedirá la desinfección absoluta del interior del mismo. Los pacientes alérgicos al látex, lo deben notificar al especialista en endodoncia que les trate, para que tome las medidas necesarias.
4. Eliminación del tejido cariado y acceso al nervio dental. Una vez que se accede al nervio, se localizan los conductos radiculares, para comenzar el tratamiento radicular del mismo.
5. Determinación de la longitud de trabajo. En este paso, mediante el uso de un dispositivo digital denominado localizador apical, el dentista especialista en endodoncia determina el tamaño del diente. Antiguamente este procedimiento era muy complejo, ya que el endodoncista solo contaba con la visualización radiográfica del ápice radicular y en algunos casos, era necesario hacer muchas radiografías para dar con la medida adecuada. Hoy en día este dispositivo electrónico, permite alcanzar dicho objetivo, sin la necesidad de tener que llevar a cabo ninguna radiografía. Solo en los casos en donde no está indicado el localizador apical, que son muy pocos, será preciso utilizar el antiguo método radiográfico para determinar la longitud de trabajo.
6. Preparación de los conductos radiculares. Actualmente esta preparación se lleva a cabo mediante instrumentos mecanizados, que permitirán que la limpieza y conformación de los conductos sea mucho más eficiente. Los instrumentos que se utilizan se denominan limas y tal como su nombre lo indica, son instrumentos que permiten el limado progresivo del conducto. Con este limado se busca eliminar todo el tejido nervioso y bacteriano contenido dentro de los conductos radiculares. Antiguamente este limado se llevaba a cabo de forma totalmente manual. Aunque en la actualidad lo común es combinar las limas manuales con la limas automatizadas, el procedimiento es mucho más efectivo y rápido. En el pasado, los endodoncistas solían hacer este procedimientos en varias sesiones y en la actualidad la preparación se realiza en una sola visita, excepto algunas excepciones.
7. Al mismo tiempo que se van limando los conductos, estos son irrigados con desinfectantes, de forma intercalada con el limado. La irrigación, permitirá arrastrar todos los restos obtenidos mediante el efecto del limado, hacia el exterior del diente. Además ayudará a la desinfección bacteriana de las paredes del conducto radicular. Una correcta irrigación junto con el aislamiento absoluto, son la clave para el éxito del procedimiento, ya que el objetivo principal del tratamiento del nervio, es la desinfección absoluta de la zona.
8. El último paso del procedimiento de endodoncia o tratamiento de los conductos radiculares, es la obturación tridimensional de dichos conductos. El diente se rellena con un material termoplástico denominado gutapercha, acompañado por cemento sellador. Este material es totalmente biocompatible y se puede ver radiográficamente para futuras revisiones del diente tratado.
En caso de que el paciente acuda al endodoncista con procesos infecciosos que sean visibles clínica y/o radiográficamente, como abscesos apicales o exudado de pus, el tratamiento se llevará a cabo en un mínimo dos visitas, poniendo medicación dentro del conducto entre ambas visitas.
Es normal que por unos días tras terminar el tratamiento, exista una ligera sensibilidad durante la masticación.
Una vez finalizada la endodoncia, el diente debe ser restaurado lo antes posible. Por lo general y debido a la gran pérdida de estructura dental, que ha hecho necesario el tratamiento del nervio, se recomienda un tipo de restauración que ofrezca protección del diente, es decir una incrustación de porcelana o una corona protésica. El tipo de restauración definitiva estará determinado por la cantidad de estructura dental perdida. Siempre que se pueda llevar a cabo una incrustación en lugar de una corona, esta debe ser elegida. De este modo el tratamiento será mucho más conservador y el diente tendrá más oportunidad de perdurar en el tiempo.
Actualmente el área de la endodoncia es una de las especialidades de la odontología que utiliza más tecnología para ser llevada a cabo. Lo que antiguamente se hacía de forma manual y necesitaba ser valorado con una gran cantidad de radiografías, hoy en día se realiza de forma mecanizada y con sistemas digitales que permiten que el procedimiento sea mucho más cómodo, tanto para el paciente como para el operador. Lo que antiguamente era conocido como un proceso doloroso e incómodo, con la tecnología actual se ha convertido en un procedimiento, aunque minucioso y largo, perfectamente tolerable para cualquier persona que necesite este tipo de tratamiento.
Referencias
- Canalda C, Brau E. Endodoncia : técnicas clínicas y bases científicas. 3a ed. Barcelona: Elsevier; 2014.