La lengua puede ser la zona de asiento de muchas alteraciones, tanto de procesos bucales y generales, como de alteraciones propias de la lengua. Estas últimas alteraciones son una consecuencia de la propia anatomía de la lengua y, en especial, de la existencia de papilas.
La lengua tiene en su dorso cinco variedades de papilas: las calciformes, las foliadas, las fungiformes, las filiformes y las simples. Las papilas calciformes son las mayor tamaño y están situadas en la V lingual; las foliadas son de menor tamaño y se sitúan en el margen posterior de la lengua; las fungiformes están repartidas por toda la superficie pero se agrupan cerca de los bordes y de la punta. Las papilas filiformes cubren el dorso de la lengua; y las simples solo se visualizan microscópicamente.
Las papilas linguales se modifican con frecuencia. Pueden atrofiarse y disminuir de tamaño y/o número, dando una lengua de aspecto liso, o por el contrario pueden hipertrofiarse. Las hipertrofias papilares y papilitis son procesos benignos.
Las hipertrofias de la papilas en la lengua
Las papilas calciformes hipertrofiadas están circunscritas, sobreelevadas y normalmente de forma simétrica y bilateral. No existe un tratamiento específico, salvo la eliminación de irritantes locales (como las comidas excesivamente calientas y las sustancias amargas, saladas o ácidas). Ante la hipertrofia sólo se debe tranquilizar al paciente y explicarle que la alteración no tiene relevancia patológica.
La hipertrofia de las papilas foliadas puede estar causada por irritación mecánica de los dientes o de las dentaduras mandibulares que traumatizan a las papilas. También, pueden darse en procesos de causa sistémica, como las infecciones del tracto respiratorio superior. El tratamiento debe ser el mínimo posible y realizar controles periódicos. Los colutorios con agua y bicarbonato poseen un gran eficacia.
En la hipertrofia de las papilas fungiformes se encuentran formas congénitas como la hemihipertrofia facial o cromosopatías como el síndrome de Down. A veces, la hipertrofia es debida a factores generales como las enfermedades infecciosas o primeros estados de anemias. Para su tratamiento está indicada la eliminación de los factores irritantes locales (como comidas muy calientes, irritación mecánica por superficies dentales irregulares o sustancias tóxicas).
En las alteraciones de las papilas filiformes, se pueden considerar a dos entidades: la lengua saburral y la lengua vellosa.
En la lengua saburral aparece una capa de revestimiento engrosada blanca ,amarilla o parda. La etiología de esta es desconocida pero existen factores favorecedores, como la falta de arrastre mecánico, es decir la autolimpieza bucal fisiológica, una excesiva descamación epitelial o una longitud aumentada de las papilas filiformes. El tratamiento será el de la causa productora: rehidratación el paciente, así como un cepillado lingual suave de forma periódica y la recomendación de una dieta de consistencia sólida. Entre las papilas quedan restos que actúan como irritantes locales, que de manera progresiva pueden modificar el color y la longitud de las papilas llegando a convertirse en lenguas vellosas.
La lengua vellosa es debida a una hipertrofia y elongación de las papilas filiformes. Su causa es desconocida aunque algunos factores favorecen su aparición, como la falta de movimientos linguales, antibióticos de amplio espectro, los pacientes sometidos a radioterapia de cabeza y cuello, el abuso de tabaco y trastornos gastrointestinales y factores locales como la mala higiene. El tratamiento consiste en la supresión de los factores desencadenantes. Es importante la práctica de una higiene cuidadosa con un cepillado habitual de la lengua para estimular la descamación papilar.
Así pues, las hipotrofias papilares son procesos benignos y suelen ser un motivo de preocupación para el paciente o un problema estético, sobre todo en las lengua saburrales o vellosas.