Las lesiones inflamatorias que afectan a los senos paranasales reciben el nombre genérico de sinusitis y pueden localizarse en las cavidades sinusales, haciendo uso de la vía nasal, bucal u odontógena. En este artículo, vamos a comentar la a sinusitis odontógena de origen dental.
La sinusitis odontógena hace referencia a la inflamación de la mucosa que cubre los senos paranasales debido a una comunicación bucosinusal.
El seno maxilar posee una forma irregular y se encuentra localizado de manera próxima a las raíces de los dientes molares y premolares superiores. En ocasiones, las raíces de estos sientes pueden proyectarse hacia el interior del seno maxilar.
De manera que, cualquier afectación de estos dientes puede comprometer a las cavidades paranasales por su estrecha comunicación.
Origen de la sinusitis maxilar de origen dentario
Como posibles causas dentarias de la sinusitis maxilar encontramos los abscesos periapicales, infección periapical crónica, lesiones periodontales extensas o perforaciones del piso (suelo) o mucosa que recubre el seno maxilar durante una extracción dental.
Asimismo, pueden contribuir como causa las raíces dentarias y cuerpos extraños que se introducen en la cavidad durante la realización de maniobras quirúrgicas cercanas a los senos maxilares. No es necesario que el diente este infectado en el momento de la extracción para dar lugar a una sinusitis maxilar. Es muy probable que, alguna infección introducida desde la cavidad oral pueda ocasionar la sinusitis.
Dentro del grupo de otros factores causales de la sinusitis maxilar no odontógena, podemos encontrar: el resfriado común, enfermedades exantematosas, alergias, obstrucción nasal, anormalidades mucociliares etc.
Los senos maxilares pueden estar afectados por un gran número de agentes infecciosos (virus, bacterias y hongos). Las dos bacterias más frecuentemente causantes de la sinusitis son el Streptococcus pneumoniae y Haemophilius influenzae. Se pueden clasificar según su duración o curso clínico de la patología en: sinusitis aguda (días o semanas) o sinusitis crónica (semanas o meses).
La sintomatología clínica de la sinusitis odontógena consta de congestión u obstrucción nasal, faringitis, dolor ocular, secreción nasal patológica y cefalea, halitosis o mal olor del aliento, disgeusia o alteración de la percepción del gusto, entre otras.
Tratamiento de la sinusitis maxilar odontógena
El principal tratamiento ante la sinusitis maxilar de origen dentario es extraer toda la patología e inflamación del seno maxilar y cerrar aquella lesión que ha dado entrada a la infección mediante un procedimiento quirúrgico.
Es importante la intervención de un odontólogo especialista para que desbride bien la infección dentro del seno maxilar. En los casos donde encontramos la raíz dentro del seno maxilar, es necesario el abordaje quirúrgico para extraerla y posteriormente, cerrar la comunicación. Previamente, es necesario un buen examen clínico y radiográfico para su mejor abordaje.
Asimismo, es imprescindible un tratamiento antimicrobial mediante la administración de fármacos como los antibióticos Amoxicilina o Ampicilina, ambos son efectivos y seguros.
Como también, una terapia de apoyo mediante gotas nasales de solución salina, descongestionantes y antiinflamatorios.
Para finalizar, siempre es muy importante tener un control regular con el dentista de la zona donde se ha realizado cualquier extracción dental como también, de algún síntoma de dolor u otro, que nos haga sospechar de cualquier posible interferencia con la curación normal de la zona.