Los griegos de la antigüedad buscaban una explicación para lo bello y establecieron unos conceptos de simetría, proporción, equilibrio y armonía, estudiando la proporción divina o áurea.
La proporción áurea se basa en leyes matemáticas, geométricas y físicas que están relacionadas con conceptos de armonía y belleza para el hombre. En la realización de numerosas estructuras arquitectónicas, esculturas y pinturas fueron hechas con estas formulas establecidas. Esta proporción tiene un valor de 1:1’618.
Esta proporción ha fascinado desde hace siglos al ser humano, considerándola como un indicador de la perfección y la estética. Leonardo da Vinci, diseñó el hombre de Vitrubio proporcionado según el número áureo. Más adelante, Rickets demostró el significado biológico de la proporción áurea en el crecimiento craneofacial, al comparar áreas observadas de frente y perfil.
Las proporciones áureas en la odontología
En la odontología, se aplican estas proporciones basándose en el tipo facial del paciente, de este modo poder evaluar después los dientes y la sonrisa.
La cara, se evalúa según los tercios, dividiéndola horizontalmente, tercio superior (de la línea del cabello a la línea que pasa por las cejas), tercio medio (línea de las cejas al punto subnasal) e inferior (del punto subnasal al tejido blando del mentón). de esta forma se puede clasificar al paciente en dolicocefálico, si predomina la altura facial en relación a la profundidad y al ancho, braquicefálico, si existe una cara corta y ancha, y mesocefálico, si hay un equilibrio.
El análisis facial se complementa con la evaluación de la simetría, trazando una línea vertical que divide la cara en dos partes. Los labios, en la vista facial frontal, deben mostrar sellado. El bermellón del labio superior debe medir entre 6 y 9 milímetros, y el inferior entre 8 y 12 milímetros. En el análisis de perfil, se evalúa el volumen y la proyección de los labios.
La ortodoncia y la odontología estética son las principales especialidades de la odontología que se centran en las proporciones áureas. La odontología estética, analiza la sonrisa y los labios, los dientes, el espacio oscuro o corredor bucal se mezclan en armonía haciendo que la región oral sea atrayente.
La sonrisa puede clasificarse, según la relación de altura del labio superior con los diente antero superiores, en sonrisa alta, si se muestra la altura total de las coronas clínicas de los dientes y tejido gingival; sonrisa media, si se muestra gran parte de las coronas; o sonrisa baja , si se revela menos de 3/4 de las coronas clínicas de los dientes anteriores.
Para poder evaluar la sonrisa, se establece una línea curva imaginaria que sigue el trayecto de los bordes incisales de los dientes antero superiores (de canino a canino). Esta curvatura, debe coincidir o ir paralelamente a la curvatura del borde interno del labio inferior. El corredor bucal, es un espacio oscuro que se visualiza entre la superficie externa de los dientes superiores y la comisura del labio durante la sonrisa. Un corredor bucal excesivo perjudica al aspecto estético.
En el sector anterior, la proporción áurea se presenta cuando existe una relación matemática de 1’618 para el incisivo central, 1’0 para el lateral y 0’068 para el canino. De esta forma, Levin instauró unas rejillas estandarizadas para evaluar la proporción áurea dental, tomando como base el ancho del incisivo central superior.
Las proporciones áureas y la estética dental están relacionadas. Es importante buscar una estética personalizada en cada caso para poder alcanzar los mejores resultados.