La articulación temporo-mandibular es la articulación entre la mandíbula y el hueso temporal del cráneo. Gracias a la presencia de ligamentos, tendones y músculos que sostienen esta articulación, se pueden realizar movimientos de la mandíbula.
La dislocación mandibular o luxación de la articulación temporo-mandibular es una dislocación de esta que puede estar conjunta con o sin desplazamiento del disco. Es caracterizada por la hipermovilidad de la articulación debida a la presencia de laxitud y debilidad de los ligamentos de la articulación.
Durante esta alteración de la articulación temporomandibular, el cóndilo es dislocado ocupando una situación anterior respecto a la del disco y a la de la eminencia articular.
Clínicamente la luxación mandibular se presenta como una apertura oral presenta, con una incapacidad para cerrar la boca, limitación para la oclusión dental. En la fase aguda de la dislocación mandibular se presenta con dolor de tipo intenso, una limitación del ángulo de movimiento y ausencia de chasquido articular durante la función. En cambio, en la forma crónica de la dislocación, hay una diminución del dolor y un persistencia del bloqueo.
¿Cuáles son las causas de la dislocación mandibular?
La dislocación de la mandíbula puede ser debida a varios factores, los cuales se explican a continuación.
Las aperturas bucales de forma excesiva y durante un tiempo prolongado pueden ser las responsables de producir una dislocación de la mandíbula, si los pacientes están predispuestos a ellos.
Existen otros factores desencadenantes de la luxación temporomandibular. Estos son los traumatismos articulares, traumatismos en mentón con la boca abierta y manipulación bajo anestesia general y relajación neuromuscular.
¿Cuál es el tratamiento ante la mandíbula desencajada o dislocada?
El tratamiento ante una dislocación mandibular es manual, mediante las maniobras de Nelaton, si es una luxación bilateral (de las dos articulaciones), o Dupuis, si es unilateral (de un único lado).
Las maniobras consisten en empujar con los pulgares los molares hacia abajo al tiempo que se eleva el mentón. Esto permite que el cóndilo salte la eminencia articular anterior y la presión negativa de la articulación lleve el cóndilo hacia atrás.
Si existe una luxación de tipo crónica y aguda, no se puede tratar con las maniobras descritas, sino que el tratamiento a realiar es quirúrgico. En casos de luxación de forma recurrente se recomienda utilizar una infiltración con toxina botulínica.
Para prevenir la dislocación mandibular la terapia consiste en formular miorrelajantes y reducir la luxación. Además, el tratamiento fisioterapéutico puede ser útil mediante ultrasonidos, masajes en la zona y estiramientos musculares.
¿Qué es el movimiento de Bennett y qué relación tiene en la oclusión dental? - Estudi Dental Barcelona
25 abril, 2018 at 8:06 am