La prótesis dental es una parte de la odontología la cual se basa en la restauración y rehabilitación de la función y la estética mediante el uso de elementos protésicos. En ocasiones se utilizan las prótesis para reemplazar la ausencia dental.
Los dientes ausentes pueden reemplazarse con tres tipos de prótesis: la prótesis parcial removible, la prótesis parcial fija dentosoportada o la prótesis parcial fija implantosoportada. Es imprescindible un buen diagnóstico para poder elegir el tipo de prótesis que debe ser utilizada en cada caso en particular.
¿En qué consisten los puentes dentales?
Los puentes dentales o prótesis parcial dentosoportada son un tipo de restauración fija que sustituye como mínimo un diente ausente, llamado póntico, y un diente anterior y otro anterior, los pilares. Existen unos conectores los cuales unen el póntico con el pilar.
Las prótesis parciales fijas pueden ser simples o complejas. Tanto las simples como las complejas pueden abarcar solamente un diente, dos dientes ausentes o más de dos dientes. Además, las prótesis complejas pueden tener un pilar intermedio entre pónticos.
Los dientes pilares deben estar periodontalmente sanos y el espacio edéntulo debe ser corto y recto para una buena inserción del puente dental, y haya un buen pronóstico de este. Además, los dientes pilares deben ser capaces de soportar las fuerzas oclusales a las que la cavidad bucal esta sometida. Es importante destacar que las fuerzas que absorbe el diente ausente se transmiten a los dientes pilares a través del póntico por lo que debe realizarse un adecuado diseño de la prótesis.
El póntico o diente artificial debe diseñarse con para conseguir una adecuada estética, una función, tener facilidad para limpiarlo, que haya un buen mantenimiento del tejido sano sobre el reborde edéntulo, así como una comodidad para el paciente.
Con la pérdida del diente los tejidos de alrededor se ven afectados y cambian. Las variaciones son la reabsorción alveolar y el remodelamiento de la zona edéntula. Es por esto que el póntico no puede llegar a reemplazar por completo el diente perdido.
Los pónticos de la zona estética deben producir la ilusión de unos dientes naturales siempre y cuando no se comprometa la limpieza. Los pónticos que se sitúan en la zona no estética, la zona posterior, sirven fundamentalmente para restaurar la función y evitar la inclinación de los dientes, por lo que la estética es de menor consideración.
Los diferentes tipos de pónticos dentales
Durante la fabricación de la prótesis parcial fija o los puentes es fundamental saber qué tipo de póntico se vaya a diseñar según la situación de cada paciente. Estos pueden ser en silla de montar, silla de montar modificada, higiénica, cónica u ovalada.
Los pónticos en forma de silla de montar son los que recubren las zonas vestibulares y linguales del reborde, obliterando también las troneras vestibulares, linguales y proximales. Tiene unos contactos amplios y cóncavos con el reborde. Este tipo de diseño puede no ser el más efectivo, no puede higienizarse con total facilidad ya que el hilo dental no puede atravesar la zona del póntico, provocando así inflamación en los tejidos.
El diseño en silla de montar modificada posee todas las superficies convexas para poder tener una mejor higiene. Evitando también un menor impacto de la comida y una disminución del acúmulo de la placa dental sobre esta zona. Este tipo de diseño es el más utilizado en la zona estética superior e inferior.
El póntico denominado higiénico es el que no tiene contacto con el reborde edéntulo, sino que hay un espacio mediante el cual puede haber una correcta higiene. Se suele emplear en la zona no estética, restaurándose la función oclusal y estabilizando los dientes adyacentes y antagonistas.
El póntico cónico es el que es redondeado, con una buena adaptación en el reborde. Al tener todas las superficies redondeadas es fácil de limpiar. La indicación principal de este tipo suele ser la sustitución de dientes en la zona estética donde exista unos rebordes edéntulos delgados.
Finalmente, el póntico ovalado es el que tiene una terminación redondeada. Este póntico actúa bien si tiene un reborde plano y ancho. Se suele utilizar cuando uno de los factores importantes es la estética.
Una vez se cemente la prótesis es fundamental enseñar al paciente las técnicas adecuadas para poder higienizar la zona. Se debe efectuar una buena higiene alrededor del puente y por debajo del póntico también mediante el uso de cepillos interproximales. Las técnicas pueden depender el tamaño del espacio interdental, la accesibilidad y la habilidad de cada paciente.
Es necesario llevar a cabo un diagnóstico específico del estado dental del paciente, teniendo en cuenta tanto tejidos duros como blandos. Debe haber una relación con las necesidades del paciente y la salud general de este. Gracias a un buen diagnóstico puede establecerse un plan de tratamiento basado en las necesidades dentales del paciente, las circunstancias médicas, psicológicas y personales. Así pues, para un buen diagnóstico en prótesis fija es imprescindible la realización de una adecuada historia clínica, una evaluación de la articulación temporomandibular y de la oclusión una exploración extraoral y el uso de modelos diagnósticos y radiografías orales.
REFERENCIAS
- Rosenstiel SF, Land MF, Fujimoto J, editors. Contemporary fixed prosthodontics. 5th ed. St. Louis: Mosby; 2016.