¿Qué son los torus mandibulares?

Los torus orales son hiperostosis. Estas hiperostosis son neoformaciones de tipo benigno que se originan en el tejido óseo, mediante una hipertrofia de este.  

En la cavidad oral, la hiperostosis, puede afectar en la superficie lingual del hueso mandibular por encima de la línea milohioidea en la zonas de los premolares, llamándose torus mandibulares 

Estos crecimientos óseos se encuentran generalmente en los adultos y crecen después de la pubertad. Estos crecen lentamente hasta la edad adulta, con la posibilidad de continuar creciendo hasta la séptima década.  

Se estima que entre el 20 y el 25% de la población tiene algún torus, aunque las mujeres son más comunes en desarrollar esta hiperostosis. Esta mayoritaria frecuencia en las mujeres puede ser por la vinculación del torus al cromosoma X.  

Los torus se manifiestan clínicamente como prominencias compactas de hueso cubiertas de mucosa sana. Estas alteraciones óseas son asintomáticas y habitualmente tienen un tamaño menor a 2 centímetros. Suelen ser asimétricos y según la forma se dividen en: unilobulados, multilobulados, nodulares, irregulares o fusiformes (estos últimos son los más comunes).  

Se caracterizan por un crecimiento de hueso bien definido, benigno y circunscrito. Estas exóstosis están poco vascularizadas, por lo que en presencia de úlceras por un traumatismo en la zona puede tardar semanas en cicatrizar la zona. Radiológicamente los torus se pueden observar mediante una radiografía oclusal o periapical.  

¿Cuáles son las causas de los torus mandibulares?

Para el desarrollo de los tours orales existe una predisposición genética pero según los estudios actuales existen factores locales que pueden ser contribuyentes a su aparición. Estos factores pueden ser el micro estrés y el trauma. Aunque la etiología el tours oral no está del todo clara.  

Además, los estudios han encontrado una relación entre el hiperparatiroidismo como causa de desarrollo de torus oral en paciente con una hemodiálisis crónica.  

Los artículos recientes han demostrado que hay una asociación significativa entre la presencia de disfunción de la articulación temporomandibular, la presencia de desgaste dental, la hipertensión y la predisposición a desarrollar torus.  

¿Qué tratamiento es el indicado ante los torus mandibulares?

Los torus orales habitualmente no requieren ningún tipo de tratamiento. Solo es necesario realizar tratamiento cuando son grandes, alteran la función fonatoria, generan desplazamiento de los dientes, producen un trauma, hay una ulceración de la mucosa, interfieren con la higiene produciendo halitosis o cuando impiden la colocación de prótesis completas o parciales removibles.  

La eliminación del torus se indica cuando se detecta un prejuicio funcional. La causa más frecuente de su exéresis es la necesidad de un tratamiento protésico. El torus oral puede interferir en el diseño, la retención y la función de las prótesis. Además, un torus debajo de una prótesis constituye una fuente adicional de trauma.  

Cuando el tratamiento está indicado, estas exóstosis se tratan mediante la extirpación quirúrgica de ellas con una osteotomía en la base.  

El procedimiento quirúrgico para la eliminación del torus se inicia con la colocación de anestesia local en la zona. Después de realiza una incisión en sulcular. La escisión debe hacerse con cuidado porqué la mucosa que cubre el torus suele ser muy delgada y con facilidad se puede rasgar. El torus se puede extraer fácilmente con un osteótomo, aunque es habitual realizar una osteotomía segmentaria con una fresa y alta velocidad. Finalmente, se sutura la incisión con sutura en colchoneta o puntos simples. Puede ser de utilidad utilizar cemento quirúrgico para proteger la herida durante el proceso de curación.  

Después de la intervención quirúrgica, se suele recetar analgésicos y antiinflamatorios y se informa a los pacientes sobre los cuidados postoperatorios y los signos y síntomas que pueden aparecer durante el período postoperatorio.  

Las complicaciones postoperatorias incluyen el hematoma, el edema, la apertura de la sutura, la infección de la zona, una necrosis ósea o de la mucosa, neuralgia o una escasa cicatrización.