Cada vez en más adultos los dientes remanen hasta edades más tardías, aunque la enfermedad periodontal afecta en estos dientes.
La enfermedad periodontal es una infección bacteriana que resulta de la destrucción inflamatoria de los tejidos conectivos y del hueso alveolar. Se sabe que la enfermedad periodontal se inicia residentes la placa dental subgingival, la cual induce la formación de bolsas periodontales. La presencia de cálculo subgingival está asociada a la enfermedad periodontal, donde la presencia de placa dental está asociada con la progresión de esta enfermedad.
Otros factores importantes son la deficiente higiene oral, el tabaquismo o el alcoholismo, junto con factores genéticos como la obesidad, el síndrome metabólico, la diabetes mellitus, la artritis reumatoide y la osteoporosis post-menopausia, las enfermedades cardiovasculares, junto con la dieta y los factores nutricionales. Ya nutrientes específicos juegan un rol importante en la modulación de la respuesta inflamatoria del huésped.
¿QUÉ RELACIÓN HAY ENTRE LA ALIMENTACIÓN Y LA ENFERMEDAD PERIODONTAL?
Existe una correlación bidireccional entre la nutrición, la dieta y la salud oral. Por una parte, los adultos con compromiso dental consumen pequeñas cantidades de proteínas, fibras y nutrientes, como hierro, vitaminas y carotenos. Por otra parte, las deficiencias de vitamina B, vitamina C, vitamina D, calcio y magnesio han estado asociadas con la perdida dental.
Los niveles de vitamina C están afectados por varios factores como la medicación, las inflamaciones y el estrés. Se ha demostrado que la vitamina C se requiere durante los tratamientos periodontales y en las regeneraciones tisulares ya que esta vitamina se concentra en los leucocitos y es liberada de forma rápida durante la infección.
Ha estado demostrado que también los ácidos grasos saturados producen una respuesta inflamatoria a través de la activación de la ruta de señalización de un receptor específico. La hiperinflamación es una de las condiciones claves en la etiología del desarrollo y la progresión de muchas enfermedades crónicas, así como está asociada con la enfermedad periodontal.
Los individuos con unos pobres hábitos dietéticos tienen tres veces más de riesgo a padecer enfermedades periodontales. Es por esto, que la nutrición influencia en parte en el desarrollo de biofilms orales, inflamación y respuesta inmunitaria.
Como la periodontitis tiene mucho que ver con la diabetes mellitus y las enfermedades cardiovasculare. Estas enfermedades están relacionadas con un consumo elevado de ácidos saturados, azúcares libres y un consumo bajo de frutas, verduras y fibras.
Por lo que una dieta saludable podría previenir las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la obesidad, siendo directamente o indirectamente una prevención de enfermedades sistémicas y de la enfermedad periodontal crónica.
REFERENCIAS
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