Consecuencias del tabaco en la salud bucal 

El tabaquismo es uno de los hábitos más perjudiciales para la salud del organismo en general. Se trata de la primera causa prevenible a nivel mundial.  

El tabaco es un producto de tipo vegetal que se obtiene a partir de las hojas de la especia Nicotiana tabacum. Su alto contenido en nicotina hace que se convierta en una droga adictiva.  

El tabaco es un estimulante del sistema nervioso central (SNC). Psicológicamente, la nicotina facilita la concentración, activa la memoria y aumenta el gasto energético. Físicamente, la nicotina aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Además, durante el hábito algunos  de los elementos que componen el tabaco se trasforman en monóxido de carbono el cual tiene a reemplazar el oxígeno de las células y, por lo tanto, los tejidos reciben menos oxígeno. En la cavidad oral, el humo del tabaco actúa como irritante de forma directa en las mucosas orales.  

 

¿Qué consecuencias genera el tabaco en la salud bucal?

Las consecuencias del hábito e fumar son muchas y se consideran de importancia ya que además de afectar a la salud bucal también afectan de forma sistémica a todo el organismo humano. 

El tabaquismo dificulta la cicatrización de las heridas. Los componentes del tabaco hacen que se produzca una vasoconstricción y, por lo tanto, haya un aporte menor de sangre en la zona de la herida. Esto reduce la capacidad de reparación de la herida y, por lo tanto, existe un mayor riesgo a que la herida se infecte. 

El tabaco es el principal factor de riesgo ambiental y el segundo factor modificable más importante, después del control de placa, para el desarrollo de enfermedad periodontal. El tabaco se asocia a una destrucción y progresión más rápida de los tejidos de soporte dental. Además, si existe un hábito tabáquico los signos de esta enfermedad son menos visibles. 

El hábito de fumar genera la producción de un aliento de olor característico y desagradable, nombrado halitosis o mal aliento. Se trata de uno de los efectos más inmediatos y molesto que produce el tabaco. Además, el tabaco provoca una reducción del sentido del gusto. Los sabores no se perciben de la misma forma que si no se fuma y esto hace que los pacientes fumadores ingieran más cantidad de sal y la presión arterial de ellos es frecuente que aumente. 

El efecto del tabaquismo sobre la estética de los dientes es notable. El tabaco produce tinción en los dientes de tipo extrínseco causada por sus componentes que se unen al esmalte. 

El tabaco es una de las principales causas de cáncer oral. El tabaco contiene sobre 60 productos con capacidad para unirse al ADN y alterarlo. Además, el tabaco aumenta la oxidación de los tejidos y la liberación de radicales libres que dañan. Los pacientes fumadores tienen un riesgo de hasta cinco veces más de desarrollar cáncer oral respeto a los que son no fumadores. Las lesiones en la boca tienen un mayor riesgo de malignización si existe el hábito de fumar. 

La cavidad oral es muy susceptible al tabaco y existe un riesgo alto de padecer enfermedades bucodentales (y sistémicas) relacionadas con este hábito. Es por estas razones que se recomienda y se motiva al paciente fumador en reducir y abandonar definitivamente el tabaco.