El reflujo gastroesofágico, o reflujo ácido, es el reflujo que proviene del estómago y pasa por el esófago hasta llegar a la cavidad oral. Se trata de uno de los trastornos del aparato digestivo más frecuentes en la población actual.
Los síntomas principales del reflujo gastroesofágico son:
- La acidez. A causa de la irritación del esófago al pasar el reflujo con un pH muy bajo. Hay una sensación de ardor que puede subir desde el estómago hasta la cavidad oral.
- La disfagia. Como consecuencia de la irritación, existe una dificultad y una sensación dolorosa al deglutir.
- La regurgitación. Los alimentos que son deglutidos pasan sin esfuerzo del estómago a la orofaringe, en especial justo después de las comidas.
- El dolor en el tórax y en la garganta por los esfuerzos y la irritación.
En algunos casos, el reflujo continuado puede producir un cambio en la mucosa normal del esófago, conocido como esófago de Barret, donde hay una sustitución por una mucosa parecida a la del estómago o del intestino delgado, la cual es más resistente los ácidos. Esto es considerado un factor de riesgo para desarrollar el cáncer de esófago.
En la cavidad oral, el reflujo gastroesofágico se muestra en forma de erosión en los dientes y con lesiones secundarias en los tejidos blandos.
La erosión es la pérdida de la estructura dental dividida a la acción de un agente o una causa química sin involucrar las bacterias.
Los cristales de hidroxiapatita que constituyen el esmalte dental, pueden ser disueltos por el ácido de un pH menor a 5,5 y el reflujo gastroesofágico tiene un pH inferior a 2.
Clínicamente se muestra como unos desgastes en las zonas oclusales, palatinas o linguales de los dientes con una pérdida de la convexidad dentaria. En estas zonas los dientes se ven más oscuros ya que ha habido un desgaste de la superficie dentaria.
Estos desgastes favorecen que haya una hiperestesia dentinaria, provocando una sensación desagradable frente varios estímulos como los alimentos fríos o muy calientes
El reflujo gastroesofágico puede provocar disgeusia, que es una alteración del gusto. Esta alteración puede ser debida a la inflamación de las membranas mucosas de la nariz y la lengua por la acidez.
Al haber un cambio del pH de la cavidad oral, puede crear un hábitat para la proliferación de microorganismos, como los hongos y desarrollar infecciones micóticas, como las cándida o ciertas bacterias y favorecer la caries dental.
Las lesiones secundarias se manifiestan como quemaduras en la boca, lesiones de tipo aftoide y disminución de la salivación oral.
El reflujo gastroesofágico puede proceder de varias causes, de las cuales se destaca:
- Una mala alimentación, como el consumo habitual de alimentos picantes.
- Fumar o consumir alcohol, pueden ayudar a relajar el esfínter y favorecer el reflujo.
- Situaciones que supongan un aumento de la presión intra-abdominal, como la obesidad, el embarazo y determinados tipos de ejercicio físico.
- Patologías sistémicas, como la bulimia.
- La hernia de hiato.
Las principales medidas preventivas para controlar los síntomas o evitar el reflujo gastroesofágico son las siguientes.
Eliminar de la dieta todos los alimentos que favorecer la relajación del esfínter, como los alimentos picantes y los cítricos. Además, si se disminuye el peso también se disminuye la presión de dentro del abdomen y, por lo tanto, se mejora la situación para evitar el reflujo. Para acostarse es mejor esperar 2 o 3 horas después de ingerir alimentos y hacerlo con una inclinación del tronco.