¿En qué consiste la máscara facial en ortodoncia?

La máscara facial es una aparatología de ortodoncia la cual corrige la relación sagital entre el maxilar y la mandíbula, promoviendo el desarrollo y la remodelación ósea del maxilar, y por lo tanto hay una protrusión del maxilar superior.  

Se puede realizar este tipo de ortodoncia con una máscara facial si existe una erupción completa de los primeros molares, incisivos centrales y laterales. Para poder realizar la ortodoncia con la máscara, se tiene que colocar un expansor rápido o disyuntor en el maxilar que se colocara 1 semana antes de la colocación de la máscara facial.  

Esta máscara facial tiene puntos de apoyo a nivel frontal y en el mentón. Con ayuda de unos elástico, se une al disyuntor intraoral. El disyuntor no hace nada sino que es la máscara quien activa el disyuntor. 

La fuerza que realiza la máscara facial es una fuerza discontinua de unas 14 horas diarias. 

Las funciones principales de la máscara facial son las siguientes: 

  • Avanzar el maxilar superior 
  • Variar la inclinación de la tracción en función del patrón vertical del 
paciente. 
 
  • Aumentar el perímetro de arcada, combinándolo con el disyuntor. 
  • Realizar un adelantamiento y crecimiento efectivo debido a la aposición de hueso en las suturas posteriores al maxilar. 

Las fases del tratamiento con la máscara facial se dividen en tres: expansión, protracción y retención. La expansión palatina es realizada con el expansor tipo disyuntor. La protracción del maxilar se realiza con la máscara facial, en esta fase se tiene que valorar adecuadamente la maduración ósea y dental del paciente para poder lograr el éxito de la protracción. Una vez se consiguen los objetivos con la máscara facial y el aparato de expansión, los resultados deben ser mantenidos, es lo que se considera como retención. 

¿Cuáles son las indicaciones de la máscara facial en ortodoncia?

La máscara facial está indicada principalmente en casos de maloclusión sagital clase III cuando existe una hipoplasia del maxilar, corrigiendo la maloclusión tanto esquelética y dental.
 

Está indicada especialmente en niños de 6 a 8 años en que estén erupcionados los incisivos y los primeros molares superiores. Después de esta edad el movimiento es dentario. 

Gracias a la máscara se puede corregir la clase III por hipoplasia del maxilar, y por consecuencia se mejor el perfil del paciente. Reduciendo de esta forma la posibilidad de un tratamiento quirúrgico de cirugía ortognática en edades avanzadas. 

Así pues, el tratamiento con máscara facial es muy útil en clases III en las cuales existe una hipoplasia del maxilar superior. Es importante individualizar cada caso usando terapias sencillas, períodos de tratamiento activos y cortos, y utilizando retenciones adecuadas para evitar la recidiva del tratamiento.