En odontología, no solo se tienen en consideración los aspectos bucodentales para analizar los diferentes parámetros y establecer un plan de tratamiento, sino que es necesario un minucioso estudio y análisis de toda la zona facial también.
Existen diferentes cualidades estéticas universales apreciadas por distintas épocas, culturas y razas. En la antigua civilización egipcia el prototipo de belleza era una cara oval con los labios gruesos y una frente amplia. En Grecia se introdujo el término estética. Más adelante, Leonardo Da Vinci traslada las medidas ideales del cuerpo humano a dos figuras geométricas, la redonda y el cuadrado (homo cuadratus o hombre de Vitrubio).
¿EN QUÉ CONSISTE Y PARA QUÉ SIRVE EL ANÁLISIS FACIAL?
El análisis facial consiste en una serie de mediciones y análisis de las diferentes partes de la cara, tanto de frente, como de perfil, observando principalmente la relación de los labios y la exposición de los dientes.
Este puede hacerse a través de la inspección y exploración directa del paciente o a partir de fotografías.
ANÁLISIS DE LA CARA DE FRENTE
En el análisis de la cara de frente se tendrá en cuenta todas las características vistas de frente. Si se realiza la exploración mediante una foto, en esta se tiene que mostrar el extremo superior de la cabeza hasta el hueso hidoides, y en los lados tienen que observarse perfectamente ambas orejas, siendo la línea bipupilar parelala al suelo (al plano horizontal). En el análisis de cara de frente se inspecciona al paciente según:
- Tipo facial. Tanto mirando la forma del cráneo como la forma de la cara. Valorando la anchura de la cara según el eje longitudinal y transversal.
- Altura facial. La cara se divide en 3 tercios (superior, medio e inferior). Las proporciones de estas varían con la edad. Sobretodo se tiene en cuenta en la odontología el tercio inferior, ya que tiene más repercusión estética.
- Simetría facial. Para poder estudiarla, se recurre al eje medio sagital de la cara, una línea imaginaria que se traza del punto intermedio de los ojos hasta la zona anterior de debajo de la nariz (espina nasal anterior). Junto a esta línea, se añaden otras, como la bipupilar (la línea horizontal que recorre el centro de los ojos) y la comisural (la línea que recorre las comusiras labiales).
ANÁLISIS DE PERFIL
El análisis del perfil del paciente, también puede hacerse mediante la inspección directa o a partir de fotografías. En esta última deben observarse las orejas y la cabeza tiene que estar en una posición paralela al suelo, sin rotaciones de esta. En este análisis se exploran los siguientes puntos:
- Tipo de perfil. Para la valoración del perfil, se trata una línea que va desde la zona más anterior entre las cejas (glabela), al labio superior y al mentón. Se pueden distinguir 3 tipos de perfil: cóncavo, recto o convexo.
- Plano estético. Se traza entre los puntos más prominentes de la nariz y el mentón blando. Normalmente los labios se sitúan detrás de este plano, siendo el labio inferior el más cercano.
- Línea de las mejillas. Se traza para analizar posibles desviaciones y posición ideal de los labios.
- Plano mandibular. Nos indica e informa sobre el patrón muscular del paciente.
- Ángulo entre la nariz y el labio. Las alteraciones del maxilar superior influyen en este ángulo, así como la forma e inclinación de la nariz.
ARMONÍA LABIAL
La armonía labial comprende tanto las dimensiones de los labios cómo la armonía de estos en reposo.
Las dimensiones de los labios suelen analizarse desde un plano transversal y otro vertical. De forma transversal, la línea de las comisuras debe ser paralela a la línea bipupilar. En el plano vertical de los labios estos pueden ser finos o grueso y, en general, el labio inferior suele ser un poco más grueso que el superior.
Según la relación labial o armonía de los labios, estos en condiciones de reposo deben poder cerrarse sin esfuerzo, tener unos contornos suaves y estar dentro del plan estético, anteriormente mencionado. En relaciones labiales anormales encontramos una protrusión (hacia delante) o retrusión (hacia atrás) de los labios, superior o inferior, puede existir un esfuerzo labial para cerrarlos, pudiendo haber también una contracción de los músculos de alrededor para facilitar el cierre (contracción mentoniana, perioral o sublabial).
DINÁMICA LABIAL Y EXPOSICIÓN DENTARIA
En la dinámica labial se analizan los labios tanto en sonrisa como con la boca entreabierta, para poder analizar la exposición dentaria presente. En este análisis se puede detectar:
- Línea de sonrisa. Esta puede ser moderada, con el labio superior por encima de los incisivos, sonrisa completa, si se observan 2 o 3 milímetros del margen gingival o sonrisa gingival donde se ve más de 3 milímetros de encía
- Relación dentolabial. Se analiza la relación entre los labios y los dientes. Con los labios en reposo y también la mandíbula el borde incisal de los dientes debe verse unos 2 o 3 milímetros. Es sabido que con la edad esta exposición se reduce.
- Estética dental. En sonrisa completa deben observarse los 6 dientes anteriores, es decir incisivos centrales, incisivos laterales y los caninos. Para evaluar la sonrisa más detalladamente, se traza una línea curva imaginaria que sigue todos los bordes incisales de los 6 dientes anteriores. Este trazo debe ser lo más paralelo posible al labio inferior para que haya una armonía labial y dental.
REFERENCIAS
- Ustrell JM et al. Diagnóstico y tratamiento en ortodoncia. Barcelona: Elsevier; 2016.
- Goldstein RE. Odontología estética. Barcelona: Ars Medica; 2002.
- Mallat E. Fundamentos de la estética bucal en el grupo anterior. Barcelona: Quintessence; 2001.