La reposición de los tejidos blandos se consigue mediante la sutura. La sutura en odontología es el último paso de los tiempos operatorios que se realizan en cirugía bucal. Esta debe realizarse después ante cualquier herida operatoria.
El uso de los puntos de sutura en odontología son de gran importancia ya que permiten la reposición de los tejidos en su lugar original o en alguna otra posición deseada, se consigue una coaptación de los bordes absolutamente precisa y atraumática, una eliminación de los espacios muertos, donde se podrían acumular líquidos y sangre y ser medio de cultivo de microorganismos, y con ella se puede controlar el exudado desde el hueso alveolar, proteger el coágulo en la zona cicatricial y los bordes gingivales.
La sutura permite cicatrización por primera intención y favorece la hemostasia, esto repercute también en el cuidado postoperatorio por parte de paciente y odontólogo.
Los puntos y técnicas de sutura son varias en la odontología: la sutura discontinua, la sutura continua o otros tipos.
- La sutura discontinua o puntos simples se realiza mediante la introducción de sutura en un borde y después se introduce en el otro borde (con el mismo grosor), finalmente se realizan los nudos a un lado de la incisión. Existen varios puntos simples como el punto en 8, el punto Blair-Donati, punto de Ebahi o el punto de colchonero.
- La sutura discontinua es la que se realizan varios puntos y al final se hace el nudo. Este tipo es indicada en grandes incisiones, en incisiones de la mucosa alveolar o en piel.
- Los otros tipos de sutura son poco utilizados, como la sutura de tres puntos, el punto capitoné, entre otros.
La sutura consta de dos parte: la primera parte es la aguja y la otra, el hilo de sutura. La aguja en odontología suele ser curvada ya que con esta forma se trabaja adecuadamente en la cavidad oral. La sutura propiamente dicha, el hilo, se puede clasificar en sutura reabsorbible o no reabsorbible. La primera tiene que ser retirada de la cavidad oral entre 7 y 10 días, pero la segunda se reabsorbe por si sola y no es necesario retirarla. Los principales tipos de sutura reabsorbible son la poliglactina (Vicryl®), el ácido poliglicólico (Dexon®), el poligecapróne (Monocryl®) y la polidioxanona (PDS®). Los tipos de sutura no reabsorbibles en odontología son la seda, el polipropileno (Prolene®) y la poliamida-nailon (Ethilon ®).