La erupción dentaria se trata de un proceso fisiológico mediante el cual el diente presenta un movimiento en dirección axial, desde su posición original en el maxilar hasta su posición funcional en la cavidad oral.
Durante este proceso de diferencian tres fase:
- La fase preeruptiva, en la que se completa la formación de la corona.
- La fase eruptiva prefuncional, que comienza con el inicio de la formación de la raíz y termina cuando el diente se pone en contacto con el diente antagonista.
- La fase eruptiva funcional. Esta última fase comienza en el momento en que existe el contacto con el diente antagonista y se empieza a realizar la función masticatoria.
¿Qué es la erupción?
La erupción se trata de un proceso local y programado dentro de la edad cronológica de cada paciente. Sabiendo esto, es cierto que pueden existir variaciones, debidas a factores locales, sistemáticos o genéticos, aunque en algunos casos no hay una única causa o la etiología no está bien conocida, que hacen que se produzca una erupción dental tardía.
En la dentición temporal, se considera erupción dental tardía cuando ningún diente ha erupcionado al finalizar el mes número trece. Dentro de la variabilidad normal que existe en la erupción dental, existen factores generales y locales que retrasan la cronología eruptiva, como el patrón familiar (herencia), alteraciones sistémicas o procesos infecciosos importantes y causas idiopáticas.
En la dentición definitiva, la erupción dental tardía puede ser general o local. Se denomina general si afecta a todos los dientes o a la mayoría de estos. Este tipo puede ser provocado por alteraciones endocrinas que cursan con déficit hormonal (como el hipotiroidismo), alteraciones cromosómicas o síndromes (por ejemplo: el síndrome de Down, la disóstosis cleidocraneal o la acondroplasia), la hipovitaminosis D, un patrón familiar o también puede ser idiopática.
El tipo de erupción dental tardía local puede estar debido a la pérdida prematura del diente temporal con la raíz del diente permanente sin un desarrollo suficiente, una formación tardía del germen del diente permanente, una anquilosis del diente temporal o un secuestro eruptivo. También puede ser debida a una erupción ectópica del diente permanente, una malposición del germen dental, la existencia de supernumerarios, alteraciones de tamaño, una patología tumoral (como los odontomas) o malformaciones congénitas.
Los estudios nos demuestran hay un número amplio de factores, tanto locales como generales, que puede retrasar la erupción normal de los dientes.