Actualmente existen diferentes opciones a realizar cuando tenemos un diente endodonciado en la zona anterior, no solo podemos contar con coronas sino también con otros tratamientos como una restauración directa.
¿Por qué se realizan estos tratamientos?
Al tratarse de dientes anteriores, los que más se ven a la hora de hablar y sonreír, esto supone un reto para muchos odontólogos ya que en esta zona es importante la estética dental.
Estos tratamientos se realizan cuando la estructura dental que queda es insuficiente para que el diente permanezca durante un periodo largo de tiempo en boca sin sufrir ninguna fractura y los objetivos de estos tratamientos son recuperar el aspecto y las funciones similares a los dientes que siguen intactos en boca.
Las restauraciones directas se realizan con resinas ya que son más estéticas, además con ellas se tiene en cuenta la opalescencia, fluorescencia, translucidez, transparencia, viscosidad, elasticidad y por supuesto el color.
Cuando se realiza una restauración directa estética sobre un diente endodonciado si no existe suficiente estructura de diente intacta generalmente se debería colocar un poste. Se recomienda la colocación del poste ya que este da sostén al material con el que reconstruiremos el diente.
Teniendo en cuenta que se trata de una reconstrucción estética en dientes anteriores, el poste deberá de ser estético; aquí el odontólogo podrá elegir el material del poste, en los que encontramos de fibra de vidrio, cuarzo u oxido de circonio. Siendo el más utilizado el de fibra de vidrio ya que presenta mejores resultados.
Sobre la forma de los postes, existen postes de diferentes conicidades dependiendo de la forma del conducto del diente. Éste, al estar endodonciado, con el uso de una fresa se deberá dar espacio en el conducto removiendo únicamente el material de obturación con el que se ha sellado. Los postes de fibra podrán ser recortados hasta obtener el tamaño necesario.
Para obtener el color ideal de la restauración se tiene que tener en cuenta el color del diente, es decir, diferenciar el color de la dentina y el esmalte. Para determinar bien estos colores se utilizará una guía en las que se muestran los diferentes colores a elegir. Una vez determinados los colores, se tiene que tener en cuenta el grosor que ocupara cada resina, ya que deberemos darle un grosor determinado dependiendo de la forma del diente a reconstruir.
Para realizar la reconstrucción, previamente se tiene que haber tomado una llave de silicona de la restauración antigua, de un encerado o de una prerestauración que se habrá obtenido aplicando y polimerizando resina directamente sobre el diente. Con esta llave se obtendrá una guía de la superficie palatina del diente para empezar a reconstruirlo.
Para empezar a reconstruir el diente se debe de haber eliminado la antigua restauración y la caries, se tendrá que eliminar el esmalte que no tenga soporte y definir un margen. A continuación, se introducirá el poste para ofrecer soporte al material con el que restauraremos el diente y se le da la conformación adecuada. Se aplica una técnica adhesiva y se introduce el poste con un cemento para unirlo al diente. Tras polimerizarlo se procede a la restauración del diente con la resina, utilizando una técnica de estratificación de las resinas, empezando por la superficie palatina, siguiendo con la capa de dentina y acabando por una fina capa de resina similar al color del esmalte.
Para terminar, se procederá a pulir el diente con diferentes fresas para acabar de darle una forma y un aspecto adecuado, así como para evitar que existan rugosidades en el material y que el paciente lo note suave y liso.
Hoy en día, reconstruir un diente no vital es un reto para los odontólogos ya que se deben de tener en cuenta los diferentes materiales a utilizar además de sus propiedades, por no mencionar que, al hacer referencia al sector anterior; el paciente, será mucho más exigente con la estética.