La ortodoncia es una especialidad de la odontología que basa sus objetivos en la corrección, ósea y dental, de las estructuras faciales, con la finalidad de alcanzar aquellas normas estéticas que deciden el profesional, el paciente y los padres, con su mejor criterio, para rehabilitar social y psicológicamente al propio paciente. De este modo la ortodoncia, gracias a la realización de un buen diagnóstico, tratamiento y una prevención de las maloclusiones, puede llegar a alcanzar sus objetivos principales.
La ortodoncia interceptiva, también llamada ortodoncia preventiva, precoz o de pequeños movimientos, hace referencia al tratamiento de ortodoncia con el cual se realicen movimientos limitados a pocos dientes y en que la alteración solo es dentoalveolar.
Este tipo de ortodoncia pretende tratar hasta un 50% de tota la población ortodóncica. Para ello, es muy importante realizar una buena exploración clínica y radiográfica en dentición temporal, para controlar que no se estén formando malclusiones.
La ortodoncia interceptiva y preventiva trata sobre el manejo del espacio. Los mantenedores de espacio ayudan a mantener el espacio de un diente perdido antes de su épica de recambio (un año o más).
Con este tipo de ortodoncia se pueden hacer también pequeñas correcciones dentarias para evitar, de este modo, que la maloclusión dental no vaya a más e incluso poder evitarla. Depende el tipo de maloclusión presente se utilizan varios aparatos como planos de mordida, el uso de tallado selectivo, un equilibrio de la oclusión, guiar la erupción del primer molar definitivo y utilizar elásticos.
Además, la ortodoncia interceptiva se centra en el control de los hábitos y las disfunciones que existen en el paciente. Estos hábitos pueden ser los causantes de una maloculsión directamente e indirectamente. Por esto, es necesario controlarlos y evitar el agravamiento del problema. El control de estos se realiza mediante aparatologías distintas según los hábitos y disfunciones presentes. Como por ejemplo, la guía lingual nocturna se utiliza en aquellos hábitos que requieran una reeducación lingual debido a un hábito de deglución atípica o succión del pulgar.
En ocasiones es necesario realizar extracciones terapéuticas para poder solucionar un problema, como el de discrepancia (falta de espacio) de más de 6 milímetros en la arcada. Dependiendo del tipo de maloclusión y la discrepancia se extraen unos u otros diente, aunque lo más habitual en dentición definitiva es la extracción de los primeros premolares.
Así pues, tras un tratamiento ortodóntico, se pretende conseguir:
- Una oclusión funcional ideal
- La estabilidad fisiológica de cada caso
- Un total equilibrio facial (aspecto estético de la cara y los dientes).
Se tiene que tener en cuenta que a más edad, menos posibilidades hay que la patología pueda ser tratada y por lo tanto el problema no se solucione. Por lo que es importante incidir cuanto antes.