Los brackets es la técnica de ortodoncia más convencional que nos permiten controlar de modo eficaz el movimiento y posición de los dientes. En la mayoría de casos se completa con brackets una primera fase de ortodoncia llevada a cabo con aparatología removible.
Los brackets y la ortodoncia se utilizan para corregir la manera de morder u ocluir defectuosa del paciente, es decir, cuando los dientes están desalineados o torcidos.
La ortodoncia, está principalmente indicada ante los pacientes con maloclusión, es decir, cuando sus dientes del maxilar superior e maxilar inferior no encajan correctamente. Estos problemas de maxilares o alineación de los dientes pueden ser heredados o podrían ser consecuencia de una lesión, de la pérdida de dientes, o la realización de hábitos nocivos con la lengua, o bien, chuparse el dedo entre otros.
Existen diferentes tipos de materiales y sistemas de ortodoncia disponibles y se clasifican en función del material y la técnica usada para su confección.
¿Para qué sirven los brackets?
Los brackets son un elemento indispensable cuando se tienen que mover los dientes hacia la posición correcta. Los brackets son pequeños instrumentos terapéuticos que utiliza el ortodoncista y adhiere de manera temporal a los dientes.
El aumento de la demanda de ortodoncia ha permitido el desarrollo de diferentes tipos de brackets según las características y necesidades de cada paciente. Cada bracket tiene unas características propias y ventajas adicionales. El ortodoncista siempre asesora y explica que tipo de bracket elegir para que se adapten mejor al presupuesto, las necesidades y las expectativas de cada paciente.
Brackets metálicos convencionales
Los brackets metálicos hacen referencia a la ortodoncia tradicional. Este tipo de bracket ofrece una gran resistencia y el precio es el más asequible, en comparación al resto de ortodoncias más actuales.
Son los de uso convencional, los clásicos brackets de metal son la opción más económica de entre todas las clases de ortodoncia. Además, fue el primer tipo de bracket en aparecer. Está diseñado para resolver todo tipo de problemas de maloclusión y malposiciones dentarias, como también, para cerrar diastemas, corregir apiñamientos dentales, problemas de sobremordida y permiten colocar los dientes en su lugar correcto.
El bracket está cementado en cada diente y se une mediante un arco de ortodoncia, se aplica una determinada tensión al arco y con el empleo de gomas que unen unos brackets a otros, se permite conseguir el movimiento dental con la máxima seguridad y eficacia.
Dentro de las múltiples ventajas que ofrecen este tipo de brackets metálicos convencionales encontramos su gran resistencia. Este tipo de brackets en comparación a los brackets transparentes o de porcelana, pueden reponerse cuando se caen o se rompen. Asimismo, otra ventaja que ofrecen es que permiten visualizar de manera más fácil la comida que se acumula entre el arco y el bracket.
Por otro lado, es evidente que estéticamente no son los más favorecedores. Este tipo de brackets están fabricados de metal y llevan ligaduras, por lo que no son los brackets más estéticos y recomendados para los adultos. No obstante, dadas las exigencias estéticas de los pacientes, se han desarrollado nuevos modelos de brackets metálicos más pequeños y menos voluminosos que incluso los brackets transparentes.
Contrariamente, es un tipo de bracket principalmente utilizado en niños, a los que les gusta dado que existe la posibilidad de elegir los colores de las gomas de las ligaduras.