La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de la corrección de los diferentes tipos de maloclusión. Su palabra tiene origen en el griego y significa diente recto.
Esta especialidad de la odontología se encarga de diagnosticar cualquier tipo de maloclusión para poder tratarla, así como prevenir la aparición de cualquier anomalía de posición o relación intermaxilar.
De modo que la ortodoncia corrige la oclusión de la cavidad bucodental, además de mejorar la estética y la función masticatoria. Junto con lo que hay una satisfacción por el propio paciente aumentando y dando un bienestar psicológico.
¿En qué consiste la ortodoncia para niños?
La ortodoncia para niños es un tipo de ortodoncia dedicada exclusivamente para el sector infantil.
En la edad infantil es el mejor momento para realizar cualquier tipo de tratamiento odontológico, comparado con los otros pacientes de edades más avanzadas. Es en esta época de la vida cuando los huesos maxilares aún están en proceso de desarrollo y se puede actuar sobre estos para prevenir y tratar maloclusiones que estén instauradas y pudiendo evitar así que no se agrave con el paso de los años.
En este momento de la vida es cuando lo tratamientos también son más sencillos de realizar y se pueden realizar con más rapidez debido a la edad de desarrollo de los huesos maxilares.
Durante la época infantil se produce un crecimiento de las arcadas en un sentido antero-posterior, es decir se produce la erupción de los molares en la parte más posterior y existen los espacios interdentales.
Los espacios entre los dientes ayudan a que la erupción de los dientes definitivos se realice de una forma más sencilla. Además, los dientes en el sector lateral hay un espacio llamado espacio de deriva que es el espacio que existe entre la diferencia de tamaño como por ejemplo entre los premolares definitivos y los molares temporales, siendo estos últimos más grandes.
Es de gran importancia llevar a los niños a las revisiones tanto con el médico como con el odontólogo para controlar toda la secuencia de erupción y prevenir las posibles patologías frecuentes de la cavidad bucodental.
Además, se aconseja que se realice una primera revisión con la especialidad de ortodoncia entre los 5 y los 7 años, ya que es en este momento de la vida del niño cuando se inicia el recambio dental y es el momento de máximo crecimiento de ambos maxilares.
En estas revisiones de ortodoncia se hacen exploraciones de la parte externa de la boca y del rostro, así como las posibles posturas que el niño ha ido adquiriendo. Además, de realizar una exhaustiva exploración de las funciones del niño, ya sea respiración o deglución, así como de la cavidad intraoral. Haciendo un énfasis en la secuencia eruptiva del niño para poder detectar problemáticas antes que no puedan resolverse.
¿Cuántos tipos de ortodoncia para niños hay?
La ortodoncia para niños puede ser de forma general de tres tipos:
- Ortodoncia interceptiva
- Ortodoncia funcional
- Ortodoncia correctiva
La primera, la ortodoncia interceptiva es la que se realiza para prevenir agravar la patología e prevenir la instauración de procesos más graves. Se basa principalmente en control los hábitos y las distintas disfunciones de los niños, como la succión digital, la deglución atípica o la respiración oral.
La siguiente, la ortodoncia funcional utiliza el crecimiento craneofacial del niño para poder corregir o prevenir las maloclusiones y evitar que se agraven en una edad adulta. Así pues, se utiliza aparatología que hace que los huesos y los dientes se corrijan o se estabilicen para evitar una problemática elevada en un futuro.
El último tipo de ortodoncia para niños es la ortodoncia correctiva. Este tipo se basa en la aplicación de distintas fuerzas mediante aparatología de ortodoncia para sí tratar la malposición o maloclusión dental. Se puede realizar durante el recambio dental cuando esté el niño con dentición mixta o empezar el tratamiento cuando la dentición sea permanente.
Los tipos de ortodoncia correctiva más utilizadas en los niños son los tratamientos de ortodoncia con brackets convencionales o con ortodoncia invisible para niños (Invisalign Teen).
Los brackets convencionales son un tipo de aparatología de la ortodoncia correctiva con un alto éxito, proporcionando resultados estables con el paso de los años. Se trata de unos dispositivos que se cementan en la parte vestibular de los dientes los cuales trasmiten fuerzas, junto con los arcos, para mejorar la posición de los dientes.
Este tipo de ortodoncia correctiva, los brackets, más utilizada en los niños son los metálicos, los aparatos que tienen un color grisáceo. Ya que estos tienen una mayor resistencia, haciendo que sea uno de los tratamientos de elección en esta parte de la vida. También porque los arcos se unen a los brackets mediante ligaduras, metálicas o elásticas. Las ligaduras elásticas pueden ser de varios colores haciendo que el tratamiento sea más divertido para los niños y dando la posibilidad de escoger el color que más le guste.
El otro tipo de ortodoncia correctiva para niños es el llamado Invisalign Teen. Mediante este tratamiento se pueden tratar y mejorar la posición de los dientes que puede haber sido alterada durante la erupción dental. Así como evitar la instauración de algún tipo de maloclusiones. Además de guiar a los dientes definitivos para su correcta erupción y para una adecuada posición.
El tipo de Invisalign llamado Teen va destinado a los niños y adolescentes también porqué las visitas son de una duración inferior haciendo que los niños no tengan que estar mucho rato en el sillón dental. Con este tipo de ortodoncia el tratamiento suele tener una duración aproximada entre 14 y 24 meses, es decir un tiempo máximo de 2 años, dependiendo de la severidad de la maloclusión y la erupción dental.
REFERENCIAS
- Ustrell JM et al. Diagnóstico y tratamiento en ortodoncia. Barcelona: Elsevier; 2016.
- Graber TM, Varnarsdall RL, Vig KWL. Ortodoncia: principios y técnicas actuales. 5a ed. Barcelona: Elsevier; 2013.
- Alió JJ. Ortodoncia y ortopedia con aparatos funcionales. 2a ed. Madrid: Ripano; 2012.