Las muelas del juicio o terceros cordales erupcionan en localización y a una edad muy variada, la extracción de estas piezas suele ser un tratamiento bastante frecuente. Puesto que en ocasiones no consiguen erupcionar en su totalidad o no llegan a erupcionar y se encuentran en una posición indebida y que puede ocasionar problemas, tales como:
- Inflamación.
- Dolor.
- Infección de los tejidos circundantes.
- Desplazamiento de las piezas adyacentes provocando una incorrecta oclusión.
- Presencia de quistes.
Y en los casos que hayan erupcionado en su totalidad se debe valorar que lo hayan hecho de modo correcto sin causar problemas de mordida (encaje de los dientes) es por ello que es preciso ir a consultar al odontólogo cuando se den síntomas de erupción de estas. Será el profesional quien nos indique sí conservarlas o proceder a su extracción.
El profesional con una ortopantomografía (radiografía de toda la boca) y un examen oral nos podrá diagnosticar sí la erupción es correcta y en caso de que este causando alteraciones nos explicara como será la intervención quirúrgica.
Pero cuando estos cordales no han erupcionado o lo han hecho de modo parcial será necesario la cirugía para su extracción, que es muy frecuente la realización de una incisión (corte en la encía) para poder proceder a la extracción.
Recuperación después de la extracción
La recuperación total de la extracción de una muela del juicio se da en un periodo de una o dos semanas, dependiendo de cómo haya sido la cirugía. Después de la intervención, el paciente suele sentir dolor, y es frecuente que la herida sangre hasta 24 horas después de la intervención. Por ello se instruye al paciente con una serie de cuidados como morder una gasa sobre la misma herida que se deberá mantener comprimida al menos durante unos 20 minutos esta gasa se deberá cambiar sucesivamente en tanto se mantenga el sangrado.
En el caso de que el cirujano haya tenido que cortar para proceder a la extracción, habrá suturado la herida y por tanto, una vez cicatrizada, deberá procederse a su eliminación.
Posibles problemas tras la extracción de los cordales, muelas del juicio. Dentro de las complicaciones se pueden clasificar entre leves y temporales:
- Posibles náuseas y vómitos a consecuencia de la anestesia.
- Hematoma de la cavidad oral en las horas siguientes a la intervención.
- De modo ocasional, aunque no es lo más frecuente, se puede producir algo de fiebre.
- Al haber tenido la boca abierta durante el tiempo que dura la intervención, puede producir un ligero dolor en la mandíbula o lo que se denomina trismos limitaciones en la apertura de la cavidad oral, así como sequedad labial y aparición de grietas en los labios.
- Ocasionalmente puede suceder que, al pasar la lengua sobre el lugar en el que estaba situada la muela del juicio extraída, puede percibirse la existencia de prominencias duras, que corresponden al hueso en el que se insertaba. Si el problema persiste en el transcurso del tiempo el cirujano puede ser indicar o sugerir una nueva intervención para eliminar este tipo de defecto.
- También puede producirse un hematoma en la mejilla con un cambio de coloración en la piel.
Para que no aparezcan esta serie de complicaciones es importante que el paciente siga detalladamente una serie de indicaciones postoperatorias que indica el equipo que ha llevado a cabo la intervención.
En el caso que surja cualquiera de estos problemas de estas se deberá consultar con el odontólogo y acudir para que este realice una exploración intra y extraoral y un examen radiográfico, por si fuera necesario proceder a un tratamiento específico
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