La caries dental es una enfermedad infecciosa llamada multifactorial, ya que ella depende de múltiples factores en concreto: el huésped, la dieta, los microorganismos y el tiempo. Esta enfermedad se caracteriza por una destrucción de los tejidos duros de los dientes. Esta destrucción se produce por la acción que tienen productos ácidos provenientes de las baterías depositadas en la placa dental.
Existen diferentes tipos de caries según su localización:
- Caries interproximales
- Caries oclusales
- Caries en superficies vestibulares y linguales
- Caries radiculares
- Caries secundarias o recurrentes
La caries interproximal o interdental es la caries que se forma, como su nombre indica, en las superficies dentales que se encuentran entre los dientes (en las superficies mesiales y distales).
Los síntomas de la caries interproximal
Las caries dentales no suelen tener ningún tipo de sintomatología, de modo que si existe una caries, el paciente no tiene molestias ni ningún tipo de dolor. Solamente en estadios más avanzados el paciente puede presentar síntomas.
En ocasiones, la comida entre los dientes cuando existe la caries interproximal puede ocasionar molestias en esa zona en concreto por lo que es importante usar el hilo dental para evitar la formación de caries en estas zonas también.
Si la caries ha llegado a la pulpa, coloquialmente conocida como nervio dental, el dolor es intenso e incluso puede ser irradiado a otras zonas vecinas. Además, el paciente puede tener sintomatología al masticar ya que la infección ha llegado a la zona del periapice y está el ligamento periodontal inflamado.
El tratamiento de la caries interproximal
Las lesiones situadas en las zonas interproximales tienen un inconveniente y es que no se ven hasta que no se fractura todo el reborde marginal, de manera que suelen ser diagnosticadas por las radiografías. Radiográficamente las lesiones de caries son evaluadas en las superficies interproximales mediante el uso de la radiografía de aleta mordida. El propósito de esta radiografía es detectar lesiones ocultas al examen clínico, como sucede en las superficies interdentales. Además, la imagen radiográfica ayuda a estimar la profundidad de las lesiones y, por tanto, constituye un elemento necesario para la decisión de tratamiento.
Estas lesiones cariosas tienen que ser diagnosticadas antes que se afecte el reborde marginal, porque se tratará de lesiones muy profundas. Los principales signos de debilitamiento del reborde marginal son la transparencia, el cambio de color, y las grietas y fisuras en el reborde marginal.
El tratamiento por excelencia de la caries dental es la obturación dental. Las cavidades para realizar la obturación de una caries interproximal se puede hacer únicamente por interproximal o expandirse por oclusal (si la sonda se pega a la exploración); cavidades en túnel, si el reborde marginal está bastante entero, se puede acceder desde la cara oclusal y limpiar hasta la zona interproximal; y cavidades de acceso vestibular, cuando no existe el diente adyacente.
Para realizar la obturación de una caries interproximal, es imprescindible el uso de una matriz la cual permite conformar la forma de la pared interproximal, dando la estructura anatómica correcta para que las papilas y las troneras se mantengan limpias.
En ocasiones, en la caries interproximal solo existe en una superficie muy pequeña del esmalte y en estos casos el tratamiento indicado es realizar controles y fluorización periódicas para poder remineralizar el esmalte de la zona afectada.
Si la caries interproximal está en una fase avanzada y se ha diagnosticado que hay una afectación pulpar, como una pulpitis irreversible, será conveniente realizar una endodoncia para eliminar la infección cariosa que ya se ha instaurado en la pulpa dental.
Es de gran importancia realizar un buen control de placa interproximal mediante el uso de hilo dental y cepillos interproximales para pode evitar este tipo de caries, la caries interproximal o interdental.