La pérdida dental puede suponer un problema en la boca ya que la función masticatoria se ve afectada. En muchos de estos casos, se opta para colocar implantes dentales para restituir la función bucodental.
Los implantes dentales son unas estructuras parecidas a la de un tornillo, de un material aloplástico (sintético) y biocompatible realizado en titanio que se aplica de forma quirúrgica sobre el hueso con la finalidad de servir como base de la prótesis posterior para rehabilitar la ausencia dental. Los implantes han sido sometidos a un tratamiento espacial en su superficie para garantizar esta osteointegración entre él y el hueso. La pieza dental restaurada con un implante se distinguen tres partes principales: el tornillo (el implante en si), el conector y la corona sobre implante (la que da la funcionalidad y estética).
Los implantes se colocan quirúrgicamente en los huesos maxilares. El implante dental sustituye a la raíz del diente perdido, y después se coloca la corona sobre el implante. Estos son una muy buena opción para reemplazar los dientes perdido. De esta forma, se recupera la función que realizaba el diente perdido.
Los implantes tradicionales tienen una medida aproximada de 10 milímetros de longitud. En la actualidad se han diseñado otro tipo de implantes que ofrecen realizar procedimientos quirúrgicos con total seguridad, y de este modo poder afrontar situaciones clínicas complejas.
Los implantes dentales cortos son un tipo de implantes que tienen una longitud inferior a los 8,5 milímetros. Gracias a los avances en la odontología se han podido desarrollar implantes dentales cortos de unos 8 milímetros, también de una longitud inferior, 6 milímetros, y hasta de 4 milímetros.
Estos tipos de implantes se han conseguido ya que se ha mejorado en la superficie de ellos, aumentándola. Además, este tipo de implantes, llamados cortos, son más rugosos por lo que llegan a conseguir el mismo efecto de osteointegración que los implantes tradicionales largos mecanizados.
Las indicaciones de los implantes dentales cortos
Cuando existe una situación clínica donde no se dispone de una suficiente altura ósea, la colocación de implantes tradicionales pueden dañar estructuras anatómicas como el seno maxilar o el nervio alveolar inferior, en estos casos de altura ósea limitada, la solución perfecta es la colocación de implantes dentales cortos o realizar una elevación de seno (en la zona del maxilar superior).
Estos implantes son una perfecta solución y tienen unas elevadas tasas de éxito. Además, son predecibles y se obtiene una supervivencia del implante de del 98% según la literatura científica actual.
Así pues, esta generación de implantes cortos parece tener y asegurar idénticas prestaciones y, sobre todo, hace posible reemplazar la funcionalidad perdida al reponer piezas sin tener que recurrir a técnicas más complejas y más costosas de realizar.